Pousers y chacas nos agreden por ser frágiles, dicen
Testimonios de emos ubican como sus agresores a pousers, chacas y tepiteños quienes, aseguran, se aprovechan de su imagen frágil y pasiva, de su actitud depresiva, de su forma de vestir y de su juventud, pues casi todos andan entre los 14 y los 19 años.
Defienden su gusto por Stephen King, Tim Burton, los juguetes Teddy Scares, Krypt Kiddies y Hello Kitty, los tenis Converse, Vans y Draven. Reivindican la música post hardcore y post metalera y según algunos, hoy ya vienen de regreso de las bandas Panda y My Chemical Romance.
En la glorieta de Insurgentes, Alejandro, del CCH-Vallejo se sienta recargado en las instalaciones del Metro. Sus facciones son finas, su sonrisa es bonita, su cuerpo es extremadamente delgado y su cabello sobre su frente.
Muestra la cicatriz del navajazo que le asestaron en su escuela “unos chacas”, una de las cuatro agresiones de que, dice, ha sido víctima. Su padre, arquitecto, y su madre, ama de casa, critican su estilo, pero “siempre he sido triste, depresivo”. Tiene promedio de 7.5 en la escuela y estudiará contaduría pública.
A unos metros de ahí está Javier. Tiene 19 años. Usa sudadera de capucha morada y un cubrebocas que impide saber, antes de hablar con él, si es hombre o mujer. Egresado de Bachilleres 2 piensa ser cheff.
Argumenta que los cortes que se hace en los brazos le provocan placer, aunque no piensa en el suicidio. “Prefiero cortarme que drogarme”.
Coincide que no son los punks ni los darks quienes los agreden, sino los pousers, “porque en apariencia somos inofensivos”.
Alondra estudia Vocacional. Ha estudiado la filosofía emo en la que se han filtrado pokemones. Es bisexual y no se droga.
Stephanie, una preparatoriana, pregunta: ¿por qué nos agreden? Es nuestra personalidad.