■ Estudio revela que crecen producción y consumo en el hemisferio
Fracasan políticas antidrogas en Estados Unidos y Latinoamérica
Washington, 20 de marzo. Estados Unidos y los países de América Latina están perdiendo la batalla contra el narcotráfico, debido a que el comercio de estupefacientes se está diseminando por todo el hemisferio, reveló hoy el centro de investigación International Crisis Group (ICG), en un informe divulgado aquí.
Expuso que las políticas para reducir la producción de drogas ilícitas no han dado los resultados esperados en los últimos años, por lo que “no decrece la cantidad de cocaína que llega a los mercados de Estados Unidos y Europa”, dijo Mark Schneider, vicepresidente del ICG, durante un acto en el centro de análisis Diálogo Interamericano.
El estudio señaló que no sólo la producción de coca en Bolivia, Colombia y Perú permaneció estable en “un alto nivel” entre 2004 y 2006, sino que llegó a un nivel récord en 2007.
Además afirmó que las organizaciones narcotraficantes y las redes de distribución minoristas en los países ricos no han sido controladas, y esas pandillas buscan nuevas rutas por países como Venezuela y Haití para llegar al mercado consumidor.
Peor aún, apuntó Schneider, también ha crecido el uso de cocaína por toda América Latina.
Ese comportamiento se evidenció principalmente en Brasil, el tercer mercado consumidor de drogas ilícitas después de Estados Unidos y Europa, pero también ha aumentado en países como Argentina, Chile y México, apuntó el informe.
La reciente crisis regional desatada luego que Colombia atacó un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en territorio ecuatoriano, es un indicativo de que el tema del narcotráfico entre fronteras tiende a complicarse aún más, dadas las actividades del grupo rebelde con la producción de coca.
Desde 2000, Estados Unidos ha gastado más de 5 mil millones de dólares en el Plan Colombia, mediante el cual ofrece ayuda al país sudamericano para combatir el narcotráfico y la guerrilla.
El Plan Colombia ha ayudado a disminuir la violencia en el país sudamericano donde es producida cerca de 90 por ciento de la coca de la región, pero no ha reducido la producción de cocaína, afirmó el ICG.
Pese a eso, combatir la producción de coca no será suficiente para tratar el problema, agregó.
“Estados Unidos y Europa tienen que enfocarse más en la reducción de la demanda en sus mercados… Y ver a los que usan cocaína como un problema criminal es una equivocación. Hay que mirarlos como personas que tienen problemas de salud crónicos y hay que buscar una perspectiva de salud pública”, agregó.