■ El equipo de La Noria pretende revertir el fallo de la disciplinaria
No es justo penar igual un empujón que una fractura, sostiene De la Torre
En Cruz Azul no se quedarán con los brazos cruzados ante la sanción de seis partidos de suspensión contra Miguel Sabah y Nicolás Vigneri por su participación en la riña contra el América y apelarán del fallo de la Comisión Disciplinaria, informó el vicepresidente del club Eduardo de la Torre.
La sanción es desproporcionada porque carece de matices, explicó el Yayo, ya que de acuerdo con el reglamento vigente se castiga con seis partidos lo mismo un empellón que en el caso de un jugador le propine un golpe a otro y le rompa la nariz.
“Jugadores y directiva aceptamos que cometimos una falta. Eso está clarísimo, no queremos evadirlo ni solaparlo, pero lo que pretendemos es que el castigo que se asigna a esa falta vaya de acuerdo con la gravedad de los acontecimientos”, exclamó el Yayo.
Adelantó que la directiva de La Máquina ya analiza los argumentos que presentará a la federación para intentar una reducción en el número de partidos de suspensión.
“Mañana (hoy) presentaremos esa inconformidad. Podemos apoyarnos en el video, pero principalmente explicaremos por qué nos parece desproporcionado el castigo que nos impusieron”, comentó el directivo.
De la Torre destacó que la Comisión Disciplinaria deberá considerar que muchos jugadores se involucraron con la intención de calmar los ánimos, además de que existen otras evidencias que si las toman en cuenta les darán la razón. “Definitivamente creo que sí nos pueden reducir la sanción, pero tampoco me puedo adelantar. Existe la posibilidad de ser escuchados, de exponer nuestras razones, porque estamos en todo nuestro derecho”, comentó, y agregó: “existe la posibilidad de deslindar la responsabilidad de cada jugador para que esto sea un poco más justo, entendiendo que hay un reglamento: no queremos ir en contra sino matizar la situación”.
Por su parte, Miguel Sabah lamentó estar en esta situación justo cuando recuperó su capacidad ofensiva y cuando el torneo se vuelve más competido. “Vienen partidos importantes, en los que te estás peleando la clasificación y se vive más intensamente, entonces me siento triste pero confío en que la gente de la federación y la directiva van a analizar y se darán cuenta de que no hubo mala voluntad”, comentó el delantero.
Sabah reconoció que estuvo en la “bola”, pero que sólo trató de defenderse, y advirtió que nunca agredió a nadie, por lo que aun cuando esperaba una sanción nunca imaginó que sería tan severa.
“Sí tiré, pero no era un puñetazo”, dijo el jugador. Explicó que esas reacciones son inclusive normales en un partido en el que se juega mucho y hay demasiada adrenalina sobre la cancha.
“No estoy diciendo que se valga pero hay que tener un poquito de sentido común: somos jugadores y nos equivocamos. Ojalá se pueda bajar la sanción”, señaló.
El otro implicado, el uruguayo Nicolás Vigneri, dio su versión de los hechos y contó cómo de pronto vio a sus compañeros rodeados de jugadores azulcremas, por lo que se sintió obligado a intervenir, aunque aclaró que su intención era apaciguar los ánimos.