■ Se enfocará en conexiones fraudulentas o alteración de medidores
Se comprometió el SME a coadyuvar para reducir robo de energía a LFC
Como parte del convenio suscrito el domingo pasado con Luz y Fuerza del Centro (LFC), el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) se comprometió a ayudar a que disminuyan las pérdidas de energía “no técnicas”, esto es, por robo mediante conexiones fraudulentas o alteración de medidores, hasta alcanzar –al 30 de noviembre de 2012– un nivel de mermas similar al resto del sector eléctrico nacional.
Datos del primer Informe de Gobierno indican que la Comisión Federal de Electricidad tiene una pérdida de casi 11 por ciento de la energía que genera, y que entre enero y julio de 2007 las mermas de LFC, tanto por conexiones ilegales como por no pago, ascendieron a 32.68 por ciento.
La reducción de mermas se ligó a la absorción que el gobierno federal hizo de la denominada “deuda histórica” de LFC, que asciende a casi 23 mil millones de pesos.
Así, en la cláusula séptima del acuerdo mencionado se precisa que la administración federal, por medio de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), “procederá a la asunción de la deuda de LFC y, para tal efecto, en los 30 días siguientes a la fecha de firma del presente convenio, la SHCP asumirá el equivalente a 10 por ciento de dicho débito, y el remanente se reducirá proporcionalmente al cumplimiento de las metas de reducción de pérdidas”.
Asimismo, LFC accedió a “preparar la ingeniería conceptual para la construcción de una central de ciclo combinado en los terrenos de la central termoeléctrica Ingeniero Jorge Luque Loyola” y a llevar a cabo los estudios para la “repotenciación de la hidroeléctrica de Necaxa”.
Las partes acordaron también la adopción de indicadores y metas de productividad globales y de área, con objeto de mejorar el desempeño del organismo, por lo que, en un plazo no mayor a 60 días naturales, instalarán una mesa de trabajo de la comisión mixta permanente de productividad.
Pactaron además la realización de una “reingeniería de todos los procesos de trabajo del organismo” y asumieron que, eventualmente, a partir de ella “los procesos pueden ser desarrollados con menor número de trabajadores y, por tanto, el personal que quede sin actividad será reubicado en las áreas que requieran más personal, previa capacitación”.