Las fotos que acompañan este número son parte de una investigación visual sobre uno de los caminos más importantes en la historia antigua de México y de lo que después de la invasión yanqui terminaría siendo el Suroeste de Estados Unidos. Esa larguísima brecha, que fluía de la capital mexicana a la remota Santa Fe en Nuevo México, se conocía como el Camino Real de Tierra Adentro y fue una ruta crucial en conectar nuestro país con un norte que expandía sus límites incesantemente. Camino Real de Tierra Adentro (Conaculta-inah y Grupo Desea, México, 2006) de Eniac Martínez, nos abre este antiguo camino hoy olvidado por la geografía nacional pero que sigue vivo en cada región que cruza. Con su mirada, Eniac sigue develando, como desde sus primero trabajos, rastros de las historias que marcan la trashumancia de los mexicanos hacia el norte, que hoy es más populosa y trascendental que nunca.
|