■ El presidente colombiano Álvaro Uribe no asistió al concierto a petición de los organizadores
Puente binacional, escenario de Paz sin Fronteras, que reúne a miles
■ Carlos Vives, Alejandro Sanz, Miguel Bosé, Juan Fernando Velasco, Juan Luis Guerra y Ricardo Montaner se unen a Juanes, el promotor
■ Llaman a terminar con la tensiones
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Miguel Bosé actúa al lado de Juanes; abajo, la multitud en el puente que une a Colombia con Venezuela
Foto: Ap
Cúcuta, Colombia, 16 de marzo. El inclemente sol acompañó la tarde del domingo a decenas de miles de personas que asistieron al concierto Paz sin Fronteras, que el cantante colombiano Juanes organizó en la frontera entre su país y Venezuela. El espectáculo, sobre el puente binacional Simón Bolívar, atrajo a miles de habitantes de la zona y a fanáticos de varios países que se unieron para celebrar el fin de una disputa diplomática entre Quito, Bogotá y Caracas, que siguió a la incursión armada colombiana en territorio de Ecuador, el primero de marzo.
“La paz no la conseguiremos si no estamos unidos, hermanos”, gritó Juan Esteban, Juanes, al comenzar su presentación, que cerró la jornada. Cantó algunos de sus temas más populares, como Me enamoro y A Dios le pido.
La multitud, que según los organizadores superó 100 mil personas, aplaudió y cantó con los artistas. El público lució blancas vestimentas, como se convocó.
En el cartel destacaron las presentaciones del colombiano Carlos Vives, los españoles Alejandro Sanz y Miguel Bosé, el ecuatoriano Juan Fernando Velasco, el dominicano Juan Luis Guerra y el venezolano Ricardo Montaner, que se unieron para pedir que se acabe la tensión.
“Esta iniciativa sirve para que se acaben el dolor y las guerras, que no sirven para nada, son obsoletas, anacrónicas”, dijo Miguel Bosé al pedir a los representantes que no personalicen los conflictos de los países.
Por su parte, Carlos Vives refirió: “Es una celebración de la unión entre Ecuador, Venezuela y Colombia”, dijo al abrir el programa con ritmos bailables, antes de elevar una oración por sus compatriotas secuestrados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
“Queremos que nuestros policías y militares vuelvan a casa”, resaltó Vives, mientras la multitud se refrescaba con los chorros de agua lanzados por los bomberos para combatir el inclemente calor.
Recompensa a la entrega
Las FARC mantienen a unas 50 personas secuestradas en las selvas del país e intentan canjearlos por cientos de sus milicianos presos. Algunos de los artistas presentes cantaron sus temas más conocidos en dúos o en grupo para recompensar los esfuerzos del público por asistir al encuentro. Los espectadores procedentes de Colombia caminaron varios kilómetros para llegar al sitio, ya que las autoridades cerraron el paso de vehículos por la estrecha vía.
Mientras, del lado venezolano también se cerró el paso por el puente, lo que según el Ministerio de Información y Comunicación del país responde a una solicitud de los organizadores del concierto, cuya entrada fue gratuita.
Pese a la presencia de varios artistas internacionales, Juanes atrajo las preferencias de los vendedores informales en el lugar que ofrecían desde “agua con sabor a Juanes” hasta “la mascota” del cantante, un pequeño mono de peluche.
La camisa negra, uno de los temas más populares del colombiano, cerró el programa.
Los medios de comunicación también se volcaron al sitio y unos 600 profesionales se acreditaron para cubrir el concierto, transmitido por las cadenas Caracol y RCN de Colombia, además de otras 60 estaciones en varios países.
Por su parte, la presidencia de Colombia anunció que la ausencia del mandatario Álvaro Uribe se debió a una petición expresa de los organizadores, pues inicialmente se había dicho que acudiría a la cita con altos funcionarios de su gobierno.
Días antes se había invitado a los presidentes de Ecuador, Colombia y Venezuela al concierto.
La idea del espectáculo surgió a raíz de la crisis diplomática desatada por la incursión de Colombia contra un campamento de las FARC en Ecuador, en la que murió el segundo al mando del grupo rebelde, conocido como Raúl Reyes.
“Al haber un solo presidente se nos convertiría en un acto unilateral”, explicaron los organizadores, refiriéndose además a los presidentes Hugo Chávez (Venezuela) y Rafael Correa (Ecuador).
La crisis se originó por la incursión militar colombiana a Ecuador el primero de marzo, que mató al número dos de las FARC, Raúl Reyes.
La idea del concierto, patrocinado por empresas colombianas, surgió en el punto más alto del incidente, que llevó a Ecuador y Venezuela a militarizar sus fronteras con Colombia y a una acalorada retórica entre los presidentes.
La crisis quedó formalmente superada el pasado 7 de marzo en la Cumbre del Grupo de Río, en Santo Domingo, pero Quito aún no restablece relaciones con Bogotá.