■ Presenta su libro coeditado por la UNAM y el INBA
Rescata Xavier Guzmán la vida de las casas-estudios creadas por Juan O’Gorman
Las obras de los grandes artistas son producto de su tiempo y su contexto, pero también, en buena medida, del lugar mismo en que fueron realizadas. Los espacios, la luz y las proporciones de un sitio bien pueden intervenir en el trabajo final de un escritor, un pintor o un bailarín.
A partir de esta idea, el historiador Xavier Guzmán Urbiola se dedicó a rastrear la historia de las casas-estudios que el arquitecto Juan O’Gorman (1905-1982) diseñó y construyó para Diego Rivera y Frida Kahlo en San Ángel, y que plasmó en el libro Juan O’Gorman. Sus primeras casas funcionales, coeditado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).
El volumen no sólo consigna los datos básicos de estos inmuebles y del que O’Gorman construyó para sus propios padres, sino que también expone la forma en que dichas edificaciones fueron cambiando a lo largo del tiempo, cuando fueron ocupadas por nuevos inquilinos y se les dio un uso distinto.
“Podemos afirmar que con estas tres casas, la de Cecile O’Gorman (en 1928) y las de Frida y Diego (en 1931-32), nace la modernidad en la arquitectura mexicana. Aplicando los conceptos de Le Corbusier, lleva a cabo estos experimentos arquitectónicos y estéticos, que él relaciona con la ideología de izquierda y piensa que así se puede reconstruir al país. Esa es la importancia de estas casas”, explicó el autor en entrevista con La Jornada.
Además de detallar el proyecto, la obra y la crítica que recibieron en su época estos inmuebles –considerados como los primeros ejemplos de la llamada “arquitectura funcionalista” en México, aquella que privilegia la utilidad del sitio por sobre su belleza– Guzmán le “sigue la vida” a las casas hasta la actualidad, y narra algunos episodios interesantes que tuvieron lugar allí.
A final de cuentas, la obra de O’Gorman influyó para que Diego y Frida vivieran su vida “como quisieron y pudieron: ahí se enamoraron, ahí se pelearon, ahí recibieron a Trotsky y a Lázaro Cárdenas; ahí pintaron los dos como energúmenos”, detalló.
Para el arquitecto Juan Ignacio del Cueto, esos testimonios de la vida personal de ambos creadores son parte del interés del libro. Mediante sus páginas, el lector puede saber de las constantes visitas de personajes como Héctor García, Nacho López, Silvia Pinal, Eduardo O’Gorman y Manuel Alvarez Bravo, con un estilo que combina “el rigor histórico y el humor”.
La labor realizada en este libro por Xavier Guzmán, dijo su colega Jorge Tamés y Batta, es necesaria porque hay una gran cantidad de edificios históricos cuya historia aun permanece desconocida. “Muchos sitios han sido destruidos por ignorancia, y necesitamos su biografía para poderlos rescatar.”