■ La transacción, por 236 mdd, se hizo contrarreloj para evitar el contagio de la crisis
JP Morgan se queda con Bear Stearns por 2 dólares la acción
■ Financiará la Fed hasta 30 mil mdd de los activos menos líquidos del banco
■ Es irrisoria la suma de la adquisición; en bolsa el valor de la compañía era de 3 mil 540 mdd el viernes
Ampliar la imagen La bandera de JP Morgan ondea frente a la sede de Bear Stearn en Nueva York. Bear Stearn llegó llegó al límite de la insolvencia la semana pasada, tras un repentino colapso de la confianza de sus clientes con fondos colaterales, que se apresuraron a retirar fondos Foto: Ap
Washington, 16 de marzo. El banco de inversiones JP Morgan anunció este domingo la compra de su rival Bear Stearns, en sólo 2 dólares por acción, en una operación que valúa al quinto mayor banco de inversión de Estados Unidos en 236 millones de dólares, una suma irrisoria para uno de los bancos de negocios más prestigiosos de Wall Street. El valor de la compañía en bolsa el pasado viernes se elevaba a 3 mil 540 millones de dólares.
El presidente ejecutivo de Bear Stearns, Alan Schwartz, dijo en un comunicado que el acuerdo representaba “la mejor salida, dadas las circunstancias”, mientras en su mensaje el presidente ejecutivo de JP Morgan, Jamie Dimon, expresó que los clientes y contrapartes de Bear Stearns “deben sentirse seguros de que JPMorgan está garantizando el riesgo contraparte de Bear Stearns”.
Los directores de ambas compañías anunciaron la transacción, por intercambio de acciones, que fue realizada a contrarreloj para evitar que la crisis financiera del quinto banco de inversión de Estados Unidos perjudique a otras instituciones.
JP Morgan Chase precisó que cambiaría 0.05473 acciones propias por una de Bear Stearns, para garantizar las obligaciones de Bear Stearns y sus subsidiarias, así como la supervisión de sus operaciones. Agregó que espera que la compra quede cerrada a fines del segundo trimestre del año. Bajo el acuerdo, la Reserva Federal (Fed) financiaría hasta 30 mil millones de dólares de los activos menos líquidos de Bear Stearns.
El monto de la transacción incluye el precio de un inmueble en la avenida Madison, valorado en mil 200 millones de dólares según el Wall Street Journal. Bear Stearns, con 85 años de antigüedad, estuvo al borde de la quiebra el pasado viernes, pero fue rescatado por la Reserva Federal y por JPMorgan Chase, luego de que el consejero delegado Alan Schwartz, admitió que la liquidez del banco se había “deteriorado de forma significativa” por la salida de clientes.
Tras el anuncio, las acciones de Bear Stearns disminuyeron fuertemente el pasado jueves y quedaron en 27 dólares, luego de bajar 47 por ciento respecto al cierre del día anterior.
La decisión de JP Morgan Chase y de la Fed busca prevenir un mayor contagio de la crisis del crédito, a fin de evitar que se desencadene un efecto dominó, una corrida de ventas en los mercados financieros.
JPMorgan evaluó la exposición bruta de Bear Stearns en productos adosados a préstamos hipotecarios en 33 mil millones de dólares. El presidente financiero del banco comprador, Michael Cavanaugh, estimó en 6 mil millones de dólares los costos relacionados con la compra de su rival y vaticinó que sus ganancias aumentarán en mil millones de dólares cuando se complete la operación.
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Henry Paulson, se dijo complacido con el acuerdo para que JP Morgan compre Bear Stearns y con las medidas de la Reserva Federal para asegurar la estabilidad financiera.
Paulson, quien estuvo involucrado en las negociaciones para la fusión de los bancos, expresó: “el viernes dije que los participantes del mercado estaban atendiendo los desafíos y estoy complacido con los recientes eventos”. También valoró las “acciones adicionales tomadas esta tarde por la Reserva Federal para afirmar la estabilidad, liquidez y el orden de nuestros mercados”.
Antes de conocerse la compra de Bear Stearns el funcionario dijo que el gobierno estadunidense estaba “preparado para hacer lo que sea necesario”, a fin de asegurar la estabilidad del sistema financiero, y defendió la decisión de la Fed para salvar a Bear Stearns.
Las autoridades estadunidenses, que hasta hace poco tiempo afirmaban que no rescatarían bancos imprudentes, se vieron obligadas a hacerlo con Bear Stearns, debido a que su quiebra tendría consecuencias desastrosas para la economía mundial.
Paulson se mostró tranquilizador sobre el futuro de la economía, de los mercados y de las instituciones financieras de Wall Street y descartó el espectro de una recesión.