■ Dice que su primera misión como dirigente del PRD será la defensa del petróleo nacional
Encinas: la gente votó por una izquierda firme que no tenga docilidad ante el poder
■ Descarta concesiones de la resistencia civil pacífica; anuncia renovación “en serio” del partido
Ampliar la imagen Antes de depositar su voto Alejandro Encinas Rodríguez saludó a periodistas Foto: Marco Peláez
Al conocerse los sondeos que le dan el triunfo en las elecciones para presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Alejandro Encinas Rodríguez afirmó que no habrá “ninguna concesión en la resistencia civil pacífica” y resaltó que este domingo la militancia no sólo votó por la renovación de la dirigencia, sino por “una línea política de renovación, de una izquierda firme que no tenga docilidad ni contemplación ante el poder y con autonomía de los poderes fácticos”.
En una declaración, poco después de las 11 de la noche, el candidato de Izquierda Unida sostuvo que el PRD será la columna vertebral de la Convención Nacional Democrática, del Frente Amplio Progresista y del “gobierno legítimo” que encabeza Andrés Manuel López Obrador. En ese sentido dijo que su primera tarea como dirigente nacional es convocar y participar “abierta y decididamente” en la convención de este martes, en el Zócalo capitalino, en la lucha por la defensa del petróleo.
Anunció que emprenderá un proceso de renovación “en serio” del partido. Esto implica, explicó, “poner orden en la casa y lo vamos a hacer buscando que todos respetemos no sólo las reglas que nos dimos al fundar este partido, sino actuar con lealtad”.
Refirió que anoche, en una conversión telefónica, llegó a un primer acuerdo con Alfonso Ramírez Cuéllar, también candidato a la dirigencia, para convocar a un congreso refundacional del PRD. “Vamos a convocar a todos a sumar esfuerzos, y para dejar atrás la pérdida de energías en nuestros litigios internos.” Aseguró que el sentido de la votación de ayer permitirá constituir un frente político que será la base fundamental para iniciar la refundación y renovación del partido.
Insistió en que ayer no sólo se eligió una dirigencia, sino la definición de un instituto político “en el que no quepan dudas ni ambigüedades frente a la derecha que ocupa de facto las instituciones públicas del país; no sólo a un contrapeso de los intereses hegemónicos de la derecha que quieren comprometer el futuro del país, sino también se construirá una fuerza política hacia la nueva mayoría para 2009 y 2012, e impedir que nos despojen de nuestro derecho a conducir el país. Seguiremos firmes en la resistencia civil pacífica, para defender el patrimonio y el interés nacionales. Y en eso no vamos a tener ninguna concesión”.
Por la tarde, en conferencia de prensa, el grupo de representantes de Encinas Rodríguez aseguró que en 16 de los 31 estados la otra corriente competidora, Nueva Izquierda, había cometido distintas prácticas fraudulentas, y se quejaron de un “madruguete” al filtrar una presunta encuesta que le daba ventaja a Jesús Ortega Martínez.
Los colaboradores de Encinas identificaron la operación en favor de Jesús Ortega mediante distintos métodos, desde la tradicional entrega de despensas, hasta la apertura retrasada de casillas en las zonas de influencia del ex jefe de Gobierno del Distrito Federal.
Para ejemplificar este hecho, Juan Manuel Ávila, de Foro Nuevo Sol, comparó los municipios mexiquenses de Ecatepec y Nezahualcóyotl. En el primero, comentó, las urnas se instalaron después del mediodía, mientras en el otro –de clara influencia de los chuchos– no se reportaron incidentes a lo largo del día.
Jesús Martín del Campo cuestionó la redición de prácticas como la entrega de despensas, pero dijo que esta vez se utilizó un mecanismo que consideró de “exportación”: en casillas seleccionadas se instaló una urna paralela, donde los electores depositaban copia de su credencial de elector, y una vez hecho esto se les entregaba, junto con la boleta, un cupón de color verde, que se intercambiaba por otro, amarillo, después de votar, canjeable a su vez por bolsas con alimentos.
“Lo tenemos todo grabado”, completó Juan Manuel Ávila.
Inclusive, cuando el diputado federal Emilio Ulloa Pérez, candidato de Los Cívicos a dirigente estatal del PRD, llegó a votar a su casilla en Nezahualcóyotl, le preguntaron si ya le habían entregado su despensa, y en seguida le pidieron votar por Luis Sánchez, aspirante de Nueva Izquierda al mismo cargo, y por Jesús Ortega. “Así de descarados estuvieron”, afirmó por la tarde al contar la anécdota.
El diputado federal Humberto Zazueta afirmó que esa práctica y el voto corporativo no fueron suficientes en el estado de México, donde los resultados fueron en promedio de 1.7 votos en favor de Ortega por uno de Encinas, cuando se consideraba que en esa entidad los chuchos arrasarían.
Por la mañana, después de depositar su boleta en la casilla instalada en el kiosco frente a la sede delegacional de Coyoacán, Alejandro Encinas informó que dos horas después de iniciado el proceso ya se conocía de abundantes irregularidades, entre ellas las más recurrentes el rasuramiento del padrón y el voto corporativo en favor del candidato de Nueva Izquierda.
En entrevista se le refirió que una de las críticas que le hizo Nueva Izquierda durante el proceso es que de ganar no podría contradecir a Andrés Manuel López Obrador.
“Nos lo dicen justamente quienes más antesalas hacen”, ironizó.
“Uno tiene su perfil propio, su historia. Yo sí tengo una trayectoria de autonomía e independencia. Y como siempre, yo asumiré, como lo he hecho toda mi vida, plenamente mis facultades y todas mis decisiones.”
Defendió incluso el respaldo que le dio el “presidente legítimo” a su candidatura con una serie de cartas firmadas por éste, en la cual llamaba a votar por el ex jefe de Gobierno capitalino.
Únicamente, argumentó, López Obrador ejerció su “libre derecho” a apoyarlo, como lo hicieron en su momento la presidenta de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, Ruth Zavaleta Salgado, y el coordinador de los senadores, Carlos Navarrete Ruiz, en favor de Ortega Martínez.
“Este partido es de libertades, donde todos tienen derecho a expresar libremente, dentro y fuera del partido, su punto de vista. Y no veo por qué debamos tener algún militante de excepción, cuando todos pueden ejercer libremente ese derecho”, apuntó.