■ La galerista por fin encontró a alguien interesado en su colección
Centro de artes visuales albergará 2 mil obras de Helga de Alvear
■ Incluirá las adquisiciones que hizo en la reciente versión de la feria Arco
Madrid, 14 de marzo. Hace tres lustros la galerista Helga de Alvear comenzó un peregrinaje por los ámbitos público y privado en busca de algún interesado en hacerse responsable de su colección de arte de 2 mil piezas.
Aunque parezca increíble, “nadie la quería”, tal vez porque ella exigía la construcción de un centro cultural, no de un museo –“quiero que se impartan talleres, con los artistas allí”–, para albergarla. Y encontró ese alguien en Cáceres, Extremadura.
Ahora se construye el Centro de Artes Visuales, obra a cargo de los arquitectos Luis Moreno Mansilla y Emilio Tuñón, los mismos que diseñaron el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León, expresó con orgullo la galerista de origen alemán, pero madrileña desde hace medio siglo. La apertura está prevista para 2010.
También se incluirá la obra que De Alvear compró en la versión 27 de la Feria Internacional de Arte Contemporáneo (Arco), que recientemente terminó.
“Siempre compro más de lo que vendo en la feria”, aseguró la entrevistada, quien para el cuarto día ya había vendido 17 piezas, inclusive una instalación. Su colección pertenece a la Fundación Helga de Alvear, pero cuando la galerista fallezca, pasará a formar parte del acervo de la nación española.
Limpiar la casa para mejorar
Entrevistada en su galería, cercana al Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, llama la atención que De Alvear transformó su espacio para montar Western Union: Small Boats, la última parte de la trilogía de instalaciones audiovisuales del británico Isaac Julien.
Para la galerista, se deben “comprar las obras de los contemporáneos de uno”, pues le parece una aberración adquirir las que ya están colocadas. Otra exposición auspiciada por Helga de Alvear es del caraqueño Arturo Herrera.
También tiene la idea de que si uno quiere mejorar como feria o galería, “hay que limpiar la casa”. Al respecto, explicó: “Eso me pasó hace unos 20 años. Un día, en Basel, un amigo me dijo: ‘si vuelves a venir con esta basura, te vamos a echar’. No dormí esa noche. El día siguiente le pregunté, ‘¿te caigo bien, todo lo que tengo está mal?’
“Me contestó, ‘no, tienes muchas cosas, pero como en todos lados, tienes que limpiar la casa de vez en cuando’. Tuve que hacer limpieza de artistas, deshacerme de todo mundo. Debí cambiar la galería. Eso me ha pasado ya tres veces en mi vida.
“No hay que esperar que el gobierno venga a comprar obra de arte –prosiguió De Alvear–. Yo me miro en el espejo y si no vendo, digo, tengo que ser tan buena que la clientela llegue sola porque valga la pena mi arte. Eso también es válido para Arco.”