■ Morir antes de morir expresa las imposibilidades del lenguaje, señaló el autor
Música, poesía y pensamiento enmarcaron la presentación de libro de Arnoldo Kraus
■ Brutal descarga con que un hombre parece gritar tras resistir la muerte del padre: Pérez Gay
Ampliar la imagen La actriz Nuria Bages, el escritor José María Pérez Gay, el médico Ruy Pérez Tamayo, la violonchelista Jimena Giménez Cacho, el también médico Arnoldo Kraus y el escritor Juan Villoro, la noche del jueves, en la librería Rosario Castellanos, durante la presentación del libro Morir antes de morir Foto: María Meléndrez Parada
La música, la poesía y la reflexión coincidieron durante la presentación del libro Morir antes de morir: el tiempo Alzheimer, en el cual el médico y humanista Arnoldo Kraus comparte la experiencia de los últimos meses de vida de su propio padre, Moisés Kraus, inmigrante polaco y sobreviviente de la persecución nazi.
Durante la presentación en la librería Rosario Castellanos del Fondo de Cultura Económica, el escritor José María Pérez Gay dijo que no existen muchos testimonios de este género en la literatura mexicana, y agregó:
“Morir antes de morir es un texto desagradable y duro, de un temperamento al mismo tiempo desesperado y tiernísimo: la brutal descarga con que un hombre doliente parece gritar después de resistir hasta el fondo la muerte del padre.”
Pérez Gay comentó además que el libro es “una extraordinaria y logradísima inmersión en la memoria autobiográfica, testimonio directo y brutal de un hijo y, al mismo tiempo, un médico frente a su padre”.
Antes de recordar que el médico también escribió el libro ¿Quién hablará por ti?, en el que Arnoldo Kraus habla sobre su madre, Helen, el narrador reflexionó:
“En Morir antes de morir existe lo excesivo, lo desorbitado, lo demente y lo delirante, lo equívoco y lo perverso, lo grotesco y lo pesadillesco: toda una gama, en fin, de los paroxismos, del furor de la demencia, los estados óptimos para la profunda revelación de la locura y el terror, de la cifra última y del misterio de la vida.”
También participaron el escritor Juan Villoro, el médico Ruy Pérez Tamayo y el propio Kraus, colaborador de La Jornada, mientras que la actriz Nuria Bages leyó fragmentos del poema La muerte detenida, incluido en el libro, y la violonchelista Jimena Giménez Cacho interpretó obras de Johann Sebastian Bach y de su autoría.
Extraña estirpe de médicos
De Morir antes de morir, obra coeditada por la Universidad del Claustro de Sor Juana y Taurus, Juan Villoro comentó que se trata de “un libro ejemplar” que ofrece “un aprendizaje del dolor que nos hace sentir lo que es una ausencia y lo que vale una vida”.
Y de Arnoldo Kraus, el escritor consideró, en coincidencia con Pérez Gay, que “pertenece a una extraña estirpe de médicos que piensa, sobre todo, en lo que está sintiendo el paciente, que se trata de trasladar a esa zona a la que muchos médicos no llegan y, lo que es más, no se interesan en llegar”.
En ese sentido, dijo que el nuevo libro de Kraus es “el ejercicio de un médico que, ante la impotencia de su profesión, reflexiona en clave profundamente humana y se iguala con el paciente”, mediante el relato de “un hijo abrumado por la circunstancia que está viviendo con su padre”.
Ruy Pérez Tamayo consideró que se trata de un libro íntimo y de una manera de saldar una deuda personal, que tiene más un tono periodístico que literario, aunque aclaró que dicho esto “no en un sentido peyorativo”, y agregó:
“Es una canción desesperada ante la muerte de un padre que tarda cuatro meses en morir después de haberse muerto.”
Ciencia, ética, poesía
Último en tomar la palabra, Arnoldo Kraus dijo al comenzar su intervención:
“Morir antes de morir es una idea que asemeja una metáfora, que incluye una vivencia dolorosa, que expresa las imposibilidades del lenguaje, que habla de la, en ocasiones, dudosa utilidad del cariño, de los límites de la medicina y de la angustia que supone entender la finitud de la vida.”
En una mezcla de tono poético, científico y ético, el médico, humanista y escritor compartió en torno de la vida y la muerte, a partir de la experiencia vivida junto a su padre:
“Morir en vida, morir sin saber que aguarda la muerte, morir sin borrar, sin apoderarse de los últimos momentos. Morir sin escribir unas palabras, sin percatarse de los postreros respiros de la vida, es el triste destino de quienes dejan de ser personas para convertirse en víctimas de las células enfermas que desplazan a las sanas y que destruyen, poco a poco, la arquitectura cerebral.”
Y agregó:
“Morir antes de morir expone las vivencias de quienes se sienten derrotados ante la crudeza de la enfermedad. En sus páginas se intenta disecar los significados de algunos ingredientes indispensables de la vida. Persona, dignidad, acompañar, eutanasia, futilidad, enfermedad y empatía son algunos de esos ingredientes. Esas ideas son fundamentales porque son las que humanizan al ser humano; son indispensables porque permiten atemperar un poco la vesania que imprime la vida moderna.”