■ El Congreso aprobó $350 millones para proteger la zona desde noviembre de 2006
Retiene la burocracia fondos para salvar Cuatro Ciénegas
■ “Quisiéramo saber dónde están esos recursos”, reclama un grupo de científicos de la UNAM
■ La explotación de mantos freáticos deteriora este “tesoro biológico y genético”: Valeria Souza
Ampliar la imagen Imagen de archivo de la Laguna Azul en Cuatro Ciénegas, Coahuila, amenazada por el uso del agua para actividades agropecuarias Foto: José Carlo González
Científicos del Instituto de Ecología (IE) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) exigieron a las autoridades pertinentes que se liberen los 350 millones de pesos destinados al rescate del Valle de Cuatro Ciénegas, Coahuila.
“Quisiéramos saber dónde están esos recursos” cuestionó Valeria Souza Saldívar, investigadora del IE que ha trabajado en el lugar desde hace años. Y es que, aseguró, ese monto fue aprobado como partida especial para resguardar la zona por el Congreso de la Unión en noviembre de 2006 y anunciada en febrero de 2007 por Felipe Calderón, sin que hasta la fecha se hayan aplicado. Denunció que posiblemente ese dinero se halle en la Comisión Nacional del Agua.
En conferencia, la investigadora advirtió del peligro que corre esa zona a la que definió como la “única ventana hacia el pasado” en el mundo, porque puede ayudar a conocer el origen y futuro de las especies. Recientemente la revista Nature –la publicación científica más importante del mundo– confirmó la hipótesis de Souza en el sentido de que el estudio de Cuatro Ciénegas permitirá entender las reglas iniciales de la evolución, pues se comprobó que la zona perteneció al mar jurásico y aún contiene, “asombrosamente”, toda la fauna que existía cuando Pangea (nombre que usó Alfred Wegener para definir al supercontinente producto de la unión de todos los continentes actuales) estaba conformada.
En compañía de su colega Luis Enrique Eguiarte Fruns, la investigadora señaló que la razón por la cual los recursos para el rescate de la zona no lleguen, se debe no a las altas esferas gubernamentales, sino a la burocracia y a las barreras de los mandos medios. Aunque Souza destacó que Calderón ha hablado de Cuatro Ciénegas, aún “no se ha tomado la foto” en el lugar. “No basta con voluntad política, se necesita la operación”.
En 2006 ese valle sufrió una disminución súbita de 30 metros en sus mantos freáticos en sólo dos semanas. Los problemas de la región se presentan porque abastece de agua a cerca de 10 mil personas, además de que aunque es desierto, se siembra alfalfa para alimento del ganado y la producción de leche. Entre los productores que explotan los mantos freáticos se encuentra el grupo Soriana, dueño también de la cadena de autoservicio Gigante, lo que ha ocasionado que a la fecha se hayan perdido nueve pozas.
La investigadora advirtió que para producir un litro de leche en esta parte de Coahuila es preciso utilizar miles de litros de agua del valle para sembrar y regar la alfalfa que alimenta a las vacas.
Las soluciones a los problemas en la zona son sencillas, destacaron los universitarios, y entre éstas destaca implementar un sistema de riego por goteo.
Refirieron que la comunidad internacional se encuentra “desesperada” debido a los problemas en Cuatro Ciénegas, debido a que en este lugar se podrían dar las respuestas para salvar la vida del planeta.
Forest Rohwer, científico de la Universidad de San Diego, California, publicó en la revista Nature un artículo con base en las investigaciones de la UNAM, donde se afirma que la zona contiene información de hace 3 mil 500 millones de años, por lo que es “un laboratorio vivo”.
Registro fósil
Souza, reconocida especialista en el estudio de la evolución y la ecología de microorganismos, alertó que de mantenerse el deterioro de este “tesoro evolutivo, biológico y genético”, sería una terrible pérdida para México y para la humanidad.
Los investigadores aseguraron que la zona fue descubierta por la ciencia en las décadas de los 60 y 70, cuando se describió la gran cantidad de peces distintos a los de cualquier otra parte del mundo, de especies endémicas, caracolitos y estromatolitos, organismos estos últimos que son el registro fósil más temprano de la Tierra y existen en pocos lugares: ambientes marinos extremos y de aguas dulces.
Con las investigaciones de la UNAM se ha podido constatar que el lugar es una “máquina del tiempo”, donde se pueden entender los procesos, no sólo del Jurásico, sino de algunos periodos más arcaicos, de cuando la vida se sostenía sólo de fósforo.