México SA
■ El retorno del zombi de Bucareli
■ El encargado de hacer el cochinito
Ampliar la imagen El precio del petróleo West Texas Intermediate, de referencia en el continente americano, cerró este viernes en 110.21 dólares por barril, 12 centavos menos que la víspera, al término de una semana en que los valores alcanzaron niveles récord arriba de 111 dólares. El crudo tipo Brent, marcador en Europa, finalizó sin cambio en 107.54 dólares y la mezcla mexicana concluyó la jornada en 91.81 dólares, 24 centavos menos que el día previo. La imagen, una refinería en Singapur Foto: Reuters
Superado el pánico, arropado por Los Pinos, refrigerada la papa caliente y amarrada la impunidad, el negocio tiene que continuar, y el zombi de Bucareli retomó su agenda energética privatizadora para concretar la “reforma” sectorial calderonista lo más rápido posible, ante el inminente peligro de que le llueva sobre mojado, pero ahora por negocios en el sector eléctrico, en su calidad de empresario-funcionario.
Movidísimo está Juan Camilo para recuperar no sólo el ritmo cardiaco, sino las dos semanas de apanicamiento (Fox dixit) que le provocó la divulgación de sus negocios en calidad de apoderado legal de las empresas familiares, al tiempo que presidente de la Comisión de Energía y/o funcionario de la Secretaría de Energía, siempre con Felipe Calderón detrás de él, operando como hada madrina.
Refrigerado el Mouriñogate, cortesía del inquilino de Los Pinos y la comisión legislativa que, a modo, aprobó el prianismo, con el Verde de patiño, como siempre, el delfín del michoacano se ha reunido con prácticamente toda la clase política para “convencer” de las “bondades” que conlleva la aprobación de la susodicha “reforma”.
Por su agenda han pasado el gabinete de la “continuidad”, gobernadores, diputados y senadores –de casi todas las bancadas–, líderes sindicales, empresarios nacionales, representantes de las trasnacionales energéticas y financieras que ya se han apropiado de buena parte del negocio, pero quieren más, dirigentes de organismos internacionales, “amigos” estadunidenses avecindados en Paseo de la Reforma y, en fin, todo aquel que desee manifestar su “buena voluntad” para hacer negocios con el Gobierno SA.
Ayer mismo, reincidieron los secretarios de Energía, Georgina Kessel; del Trabajo, Javier Lozano; de Hacienda, Agustín Carstens, y el director general de Petróleos Mexicanos, Jesús Reyes Heroles González Garza, quienes aparte de gritar “Pepe Mouriño es inocente”, “analizaron” el tema energético y sincronizaron relojes.
Todos, pues, están enterados de los planes calderonistas (y también de la impunidad de Mouriño) en materia energética. Todos, menos los dueños de la riqueza, los mexicanos, a quienes les ocultan la intención real y a cambio les han recetado un multimillonario esperpento propagandístico que les presume un “tesoro escondido en el fondo del mar”, pero deja a un lado la historia de piratas que hay detrás.
Sin debate nacional sobre la decisión más trascendente en décadas, que deben tomar los mexicanos, no el Gobierno SA y la desprestigiada clase política, sin análisis de alternativas viables y sin la aprobación de los verdaderos dueños, Felipe Calderón y su crío “informan” con propaganda, “orientan” con clichés, “convencen” con mentiras. Y, como diría un ex senador de la República, “respetan” la Constitución, violándola.
Pero ni siquiera en esto Calderón es creativo. Se ha limitado a repetir las prácticas y seguir la línea utilizada y marcada desde tiempos de Miguel de la Madrid, con quien arrancó la venta de garaje: aquí arriba tomamos las decisiones, “arreglamos” las cosas” y decidimos qué vender y a quién, mientras los mexicanos –que no saben nada de nada– se limitarán a gozar de los beneficios que nosotros les procuramos por medio de la privatización. Y los resultados hablan por sí solos.
Si fueran tan rápidos para resolver los grandes problemas nacionales y atender las urgencias de la gente, como lo son para proteger a blandengues empresarios-funcionarios y garantizarles impunidad, tal vez otra sería la circunstancia mexicana.
Las rebanadas del pastel
Mientras Mouriño reposa entre algodones, la población se mantiene a la espera de cómo se resuelve el emplazamiento a huelga en Luz y Fuerza del Centro, y los perredistas se destazan en los comicios dominicales, los lectores comentan sobre ese gran negocio que se llama Gobierno SA: “recientemente me enteré que la empresa Sempra Energy tiene cuantiosas inversiones en el norte del país particularmente en Baja California (opera) con diversos nombres como Transportadora de Gas Natural, Gasoducto Bajanorte, etcétera, y sigue creciendo con proyectos de gas natural a partir de la construcción de su terminal de gas natural en Ensenada, Baja California, y su distribución a Estados Unidos, teniendo dicha planta en México se enviará a EU el combustible para que no sufran de escasez. Esas terminales de gas no se autorizan fácilmente en Estados Unidos, pero aquí sí. Curiosamente me enteré que entre sus representantes legales de esa empresa se encuentran Cristina Kessel y Tania Ortiz Mena. Al parecer existe parentesco de Tania Ortiz Mena con el gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz, ¿Será pura casualidad? ¿No tendrá parentesco Cristina Kessel con Georgina Kessel, secretaria de Energía? Tal vez no se han destapado aún las relaciones que existen entre el gobierno y las grandes empresas que se están apoderando del país, aun con todo y las limitantes que tiene la Constitución Mexicana. Lo cierto es que la frontera norte del país además de ser el patio trasero del que habló Adolfo Aguilar Zinser se perfila como el candil de la calle y oscuridad de la patria, ya que numerosas empresas pretenden generar energía para exportación sin un análisis del costo beneficio a nivel nacional” (Alfonso caso, [email protected])... “Tanta culpa tiene quien mata a la vaca como quien le detiene la pata. ¿Quién le dio tanto poder a Juan Camilo Mouriño para colocar a sus empleados en Pemex, Profeco y otros? A Vicente Fox le fueron de mucha utilidad los hermanos Bribiesca, los dejó que se enriquecieran y el mismo Fox se hizo rico. Los hijos de Felipe Corazón de Jesús son menores de edad, y él no quiere salir de los Pinos con el estigma de ser un pobre político. Juan Camilo es el encargado de hacer el cochinito para ambos”.