■ Denuncia Abbas una “depuración étnica” de parte de Tel Aviv
Condena Ban Ki Moon “el desproporcionado uso de la fuerza israelí contra los palestinos”
Dakar, 13 de marzo. El secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki Moon, condenó el uso “desproporcionado de la fuerza” por parte de Israel contra los palestinos, y se unió a la Organización de la Conferencia Islámica (OCI), reunida en la capital de Senegal, para exigir un alto el fuego inmediato entre ambos bandos, que rompieron una frágil tregua mediada hace una semana por Egipto.
El presidente de Senegal, Abdoulaye Wade, líder de la OCI, aseguró que su prioridad será el problema palestino con la creación de un Estado, y se ofreció como mediador si así se lo pide el presidente israelí, Shimon Peres.
El gobernante palestino, Mahomud Abbas, a su vez, denunció en la reunión de la OCI lo que calificó de “depuración étnica” por parte de Israel en los territorios palestinos, al tiempo que fuerzas de Tel Aviv bombardearon la localidad de Beit Janún en la franja, sin que se reportaran víctimas, en represalia al lanzamiento previo de al menos 22 cohetes por parte de militantes de Jihad Islámica contra territorio israelí.
Los activistas respondieron así al ataque del ejército israelí en Belén, Cisjordania, que la víspera dejó cinco palestinos muertos: el concejal de la ciudad, tres militantes de Jihad Islámica y uno de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, grupo armado vinculado al partido Fatah, de Abbas.
Daud Chihab, vocero de Jihad Islámica, afirmó que los movimientos de resistencia tienen derecho a responder en cualquier momento a los asesinatos, y aseguró que estos ataques traban las conversaciones para una tregua”.
Sami Abu Zuhri, vocero del movimiento radical islámico Hamas, dijo a su vez que el ataque israelí abre “una peligrosa escalada” de violencia, e indicó que “en medio de estos crímenes, el alto el fuego no tiene sentido.
La oficina de Abbas afirmó que “estos crímenes bárbaros descubren el verdadero rostro de Israel”, tras asegurar que la “resistencia” para poner fin a la ocupación israelí continuará hasta establecer un Estado con Jerusalén como capital.