Encuentran muerto al arzobispo católico caldeo de Irak
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En imagen de noviembre de 2007, el papa Benedicto XVI saluda el arzobispo católico caldeo iraquí Paulos Faraj Rahho (a la izquierda)
Foto: Ap
El cadáver de Paulos Faraj Rahho, el arzobispo católico caldeo de Irak, de 65 años, secuestrado el 29 de febrero pasado en la ciudad de Mosul por un comando que interceptó su automóvil, fue hallado semienterrado en un lote baldío del área suburbana de esta localidad del norte del país, informó la policía local.
Aunque ninguna organización ha revindicado el crimen, el primer ministro iraquí, Nuri Maliki, culpó a la red Al Qaeda y aseguró que el gobierno protege a los iraquíes de confesión cristiana, minoría en este país habitado principalmente por musulmanes chiítas, que ha sido objeto de constantes agresiones desde el derrocamiento del presidente Saddam Hussein en marzo de 2003.
Desde Roma, el papa Benedicto XVI calificó el homicidio de “acto de violencia que ofende la dignidad del ser humano”, y en Washington, el presidente George W. Bush deploró este “acto de violencia despreciable”.
Las autoridades dijeron que el arzobispo de esta rama del catolicismo –practicante de un antiguo ritual oriental– posiblemente falleció a consecuencia de su precaria salud cuando estaba en manos de sus secuestradores.