■ Espinosa y Pérez Roque anuncian nueva etapa de relaciones con “confianza renovada”
México y Cuba restañan heridas y dan por superada la crisis bilateral
■ La Habana invita a Felipe Calderón a que visite la isla en una fecha todavía por definir
■ Deuda con Bancomext y compromiso para firmar acuerdo migratorio, avances de la reunión
Ampliar la imagen El ministro cubano Felipe Pérez Roque y la secretaria de Relaciones Exteriores de México, Patricia Espinosa, durante la conferencia de prensa conjunta que ofrecieron ayer en La Habana Foto: Reuters
La Habana, 13 de marzo. La reunión entre las cancillerías de México y Cuba concluyó hoy al alza, con una invitación para que el presidente Felipe Calderón Hinojosa visite la isla, la conclusión del conflicto por la deuda, la apertura de un canal de diálogo sobre derechos humanos, el compromiso de firmar un acuerdo migratorio en septiembre, el apoyo de La Habana a la candidatura mexicana para ingresar al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y la confirmación de que se ha cerrado la crisis bilateral y se abre una nueva etapa de “confianza renovada” y apego a las normas del derecho internacional.
Las relaciones entre los dos países “están plenamente normalizadas”, dijo el ministro cubano Felipe Pérez Roque, quien hará una visita oficial a México en septiembre próximo, en reciprocidad a la que inició este jueves la secretaria mexicana de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa Cantellano.
La canciller mexicana dijo que coincidía “plenamente” con Pérez Roque y añadió que “esta relación respetuosa, este diálogo cordial, abierto, es lo que nos permitirá superar en el futuro cualquier tipo de diferencias de opinión”.
Los acuerdos, en 18 puntos
Ambos emitieron un comunicado conjunto de 18 puntos que consumieron cuatro páginas, en el que virtualmente repasan el conjunto de la relación, con un enfoque general y propositivo, y algunas precisiones.
El texto, negociado en los últimos dos días por las comitivas oficiales, es cauteloso en la valoración política, si se le compara con los discursos finales de Pérez Roque y Espinosa. O, visto de otra forma, quizás los cancilleres se reservaron un último tramo de discusión que puso el matiz para que el encuentro terminara claramente por arriba de las expectativas.
Por ejemplo, el comunicado habló de la “necesidad de intensificar” una relación que “marcha por un camino constructivo”, en una “recomposición” y “nuevos entendimientos”.
Pérez Roque fue algo más allá, al proclamar la normalización plena y poner el vínculo con México como “modelo del tipo de relaciones y de diálogo que debe existir entre países hermanos”.
Espinosa no fue igual de explícita, pero dijo que “habíamos perdido, desafortunadamente, este espacio de diálogo y lo hemos recuperado”. Al abordar la base sobre la que trabajarán los dos gobiernos, mencionó en tres ocasiones “el respeto a las normas del derecho internacional”.
Los dos cancilleres habían sido muy cordiales, pero discretos en sus evaluaciones, al hablar en la apertura del encuentro, oficialmente la tercera reunión del Mecanismo Permanente de Información y Consulta Política, que hacía diez años no se reunía.
Aunque la sesión empezó con más de media hora de retraso, por la llegada tardía de la canciller mexicana, sólo duró cerca de la hora y media programada. Por el tono con el que hablaron Pérez Roque y Espinosa al principio y al final, hay que suponer que esos 90 minutos fueron decisivos.
Tanto en el comunicado como en los discursos, los valores más invocados fueron la franqueza, el respeto y la cordialidad. La crisis sólo apareció en pálidas referencias y hubo énfasis en reconocer al actual gobierno mexicano como punto de partida del rencuentro.
Las relaciones bilaterales, planteó Pérez Roque, “con la llegada del presidente Calderón al gobierno de México, han ido teniendo una evolución positiva”. Espinosa le respondió que el diálogo oficial “se inició, yo diría, desde el primer día de la administración del presidente Felipe Calderón”.
No había que buscar más precisiones para que ambos confirmaran que Calderón ha puesto una clara distancia con su antecesor, Vicente Fox, en la política hacia Cuba.
Al parecer los dos gobiernos han convenido, después de remontar la crisis, en pactar un marco en el que se habla abiertamente, con reglas claras, pero en el que las discrepancias no conducen, necesariamente, al conflicto. Quedaron expresamente reivindicados el mutuo respeto a la soberanía, a la igualdad de los estados y a la no injerencia en asuntos internos.
Entre los resultados concretos está el anuncio de Pérez Roque de que en su viaje oficial a México llevará la invitación del presidente Raúl Castro para que Calderón visite Cuba, en una fecha sin determinar.
Esta mañana el Banco Nacional de Comercio Exterior de México (Bancomext) y el Banco Nacional de Cuba (BNC) firmaron un acuerdo para concluir el conflicto por la deuda a cargo de esa institución de la isla y restructurar el saldo, con base en el compromiso alcanzado el mes pasado (15 años de plazo, 6 por ciento de interés y cinco años de gracia para el principal).
No hubo de inmediato precisiones sobre el desistimiento de los juicios abiertos por el débito tanto en tribunales europeos como en Cuba, y de la cifra en que se reconoció el adeudo.
Como integrantes del Consejo de Derechos Humanos, los dos gobiernos se someterán al escrutinio periódico y universal pactado para todos los miembros del organismo, y que en ambos casos ocurrirá en 2009.
El acuerdo es mantenerse mutuamente informados de cómo reportarán sus situaciones nacionales y de las eventuales visitas de observadores en cada país.
El Mecanismo Permanente será el marco para el diálogo en la materia. “México y Cuba han superado el enfrentamiento que tuvieron en el tema de derechos humanos y las posiciones de ambos países en los organismos internacionales”, manifestó Pérez Roque.
En abril será convocado un grupo de trabajo bilateral para negociar un acuerdo migratorio que debería firmarse en septiembre, con base en el “principio de responsabilidad compartida”, que garantice un flujo legal, seguro y ordenado.
Será la reacción oficial a la creciente corriente de cubanos indocumentados hacia México por vía marítima y al tránsito de nacionales de la isla por ese país, en ruta ilegal hacia Estados Unidos.
Pérez Roque anunció algo que sólo estaba sugerido en el comunicado conjunto: Cuba apoyará a México para que ocupe un lugar no permanente en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en el periodo 2009-2010.