Cadena perpetua en Ruanda a cura católico
Arusha. El abate Atahane Seromba, el primer cura católico juzgado por el Tribunal Penal Internacional para Ruanda, fue condenado a cadena perpetua por su papel en el genocidio perpetrado en 1994. El abate, un hutu que en ese entonces era vicario en la parroquia de Nyange, fue condenado por haber aceptado la decisión de las autoridades locales de destruir su iglesia, donde se refugiaban unos mil 500 tutsis.