Balance de la Jornada
■ Guillermo Lara vive su época dorada
Ampliar la imagen El portero del San Luis, Adrián Martínez, reconforta al técnico Rubén Omar Romano, luego de que las Águilas sumaron una histórica quinta caída al hilo en la liga Foto: Ap
Cuauhtémoc Blanco puso el dedo en la llaga, aunque con una visión ingenua, al acusar en días pasados a Carlos Hurtado y Guillermo Lara de ser una “mafia” que corroe el futbol nacional, como si los federativos, dueños de equipos, entrenadores y hasta los jugadores involucrados con ese par de promotores fueran niños inocentes.
Haciéndose el cándido, Cuau culpó a Hurtado y Lara de la pésima racha que afecta al América, así como del riesgo de descenso que enfrenta el Veracruz. El reparto de culpas es mucho más ancho y largo, pero hay una realidad inobjetable: Lara vive su mejor época en el balompié, de la mano de Justino Compeán, titular de la Federación Mexicana de Futbol.
Lara descalificó a Blanco con adjetivos de “naquito” y “borrachito”, pero sin duda el que sale peor parado con un silencio muy significativo es Compeán, quien junto con el promotor sentó sus reales en Aguascalientes, en complicidad con el gobierno de Armando Reynoso Femat, durante el traslado del Necaxa a esa entidad.
Hoy Guillermo amplió su campo de acción entre los equipos caseros. Pero, sobre todo, dio un salto internacional al pactar el Italia-Portugal en Zurich, el 6 de febrero, y se vanaglorió de negociar con federativos argentinos. ¿Será que el partido que anunció la AFA contra México (para el 6 de junio) se debe a sus gestiones y no a la empresa SUM?
El Veracruz no puede salir del sótano y el Puebla está a 12 puntos de la salvación, mientras Tigres, de la mano de Manuel Lapuente, se aleja del peligro a pasos de gigante. En el puerto hay pánico; hace un par de semanas Alberto de la Torre, nervioso, molesto, se quejó del arbitraje, y el sábado El Piojo Herrera explotó sobre el mismo tema.
De la Torre, con su empresa Pro Futbol, no pudo ascender a Dorados de Sinaloa y se aproxima a un segundo fracaso. Muy lejos quedó el día en que el gobernador de Veracruz, Fidel Herrera, con la recomendación de Carlos Hermosillo, presentó a De la Torre para dejarle el manejo del equipo. “Podría ser durante el resto del sexenio”, anunció entonces, jocoso.
En verdad el arbitraje ha resultado deplorable; el botón de muestra resultó la labor de Paul Delgadillo en el clásico regio, que indignó al Monterrey: un gol anulado al Pachuca y el favoritismo hacia Tecos tras la visita de Aarón Padilla, pero la UAG anda tan mal que ni así pudo ganar y el técnico Jaime Ordiales fue cesado.
Las Chivas siguen sorprendiendo; su nivel no decayó en la liga casera contra muchos pronósticos que criticaron a la directiva por no haber reforzado el plantel. Siguen invictas y en el liderato general. En la Copa Libertadores le bastará ganar sus partidos en casa; el martes recibe al Deportivo Cúcuta, mientras el miércoles Atlas hospeda al Maracaibo.
El América tocó fondo, está ubicado en el último lugar de la tabla general: al San Luis le tocó hacerla de Caín y apuñaló al hermano consentido. El presidente Guillermo Cañedo debe tomar medidas y dejar a un lado su frase de cliché, ésa de que a los jugadores les falta garra y corazón. El jueves recibe al San Martín de Perú.
La máxima atención está puesta en la Sub-23, que esta semana se enrolará en el preolímpico. El miércoles enfrenta a Canadá, el viernes a Guatemala y el domingo a Haití. Pese a la falta de gol, la esperanza muere al último y Hugo Sánchez, en el puesto que tanto exigió, podrá apelar a su experiencia como timonel y motivador para evitar la catástrofe.