■ Único municipio regido por usos y costumbres que las respeta, dicen
Guelatao, Oaxaca, tiene por primera vez una alcaldesa
■ Designación histórica; Gloria Rojas no es originaria de esa localidad
Ampliar la imagen Gloria Rojas Solano, de 66 años de edad, asumió el cargo de alcaldesa de Guelatao, Oaxaca, el primero de enero de este año Foto: Octavio Vélez
Guelatao de Juárez, Oax., 9 de marzo. Las mujeres en este municipio, cuna del Benemérito de las Américas, pueden votar y ser votadas para cargos de elección popular, a diferencia de la mayoría de los 418 municipios oaxaqueños que se rigen por el sistema de usos y costumbres, donde no se respetan los derechos políticos y civiles del género femenino.
En el cabildo de este pueblo de la Sierra Norte oaxaqueña, reconocido como municipio en 1937 después de pertenecer desde su fundación a Ixtlán de Juárez, las mujeres han ocupado con regularidad cargos de regidoras y de síndicas, hasta el primero de enero de este año, cuando una asumió por primera ocasión el cargo de presidenta municipal.
“Es un hecho sin precedente, pero para mí es una gran responsabilidad ser la primera mujer que llega a la presidencia municipal”, afirmó Gloria Rojas Solano, de 66 años de edad, quien antes de obtener su cargo se desempeñaba como enfermera del Centro de Integración Social número 3.
La designación de doña Gloria, como aquí se la conoce, es algo histórico no solamente por ser mujer, sino también por no ser originaria del pueblo.
La alcaldesa nació en el municipio de San Juan Cacahuatepec, en la región de la Costa, pero aquí radica desde que casó en la década de 1960 con el doctor Rubén González, oriundo del pueblo. Y así, con el paso del tiempo fue reconocida como ciudadana con derechos y deberes.
Esto es sólo comparable con la elección como presidente municipal del profesor Santiago Vélez Barbosa en 1972, el Año de Juárez, sin ser originario de Guelatao ni de Oaxaca. O como el nombramiento también como munícipe del ex asesor del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) Aldo González Rojas –hijo de Doña Gloria–, quien incluso recibió a una delegación del grupo armado en el palacio municipal.
Tampoco puede pasar inadvertida la elección como diputado federal por el PRD en 2006 del entonces presidente municipal con licencia, Carlos Martínez Martínez, pues siempre habían ganado los candidatos del PRI en el distrito electoral.
La alcaldesa se quejó de que los gobiernos federal y estatal se acuerdan de Guelatao “solamente el 21 de marzo”, en la conmemoración del natalicio de Benito Juárez, “y de ahí hasta el otro año.
“El dinero que percibimos de los ramos 28 y 33 (alrededor de 2 millones de pesos anuales) no alcanza para nada, y en el pueblo hay muchas necesidades”, señaló.
Como prueba de lo anterior, destacó que el ayuntamiento no ha podido realizar la ampliación de la red de agua potable porque la obra está presupuestada en 2 millones 100 mil pesos. “Hemos tratado de ahorrar, pero no hemos podido juntar ni un millón de pesos porque hay gastos en el pueblo”, asentó.
Comentó que el gobierno municipal tampoco ha podido construir una planta de tratamiento de aguas residuales, con un costo de 2 millones 110 mil pesos. “Si no hemos podido con la red de agua potable, la planta es algo casi imposible”, indicó.
Ante esto, exigió a los gobiernos federal y estatal incrementar las partidas presupuestales al municipio “para hacerle justicia a Guelatao no sólo en el discurso, sino en los hechos”.