Usted está aquí: lunes 10 de marzo de 2008 Mundo Apuesta Ecuador por una salida pacífica al conflicto con Colombia, afirma funcionaria

■ Un plan de seguridad, opción ante la agresiva respuesta militarista, indica Lorena Escudero

Apuesta Ecuador por una salida pacífica al conflicto con Colombia, afirma funcionaria

■ Proteger a nuestra gente y recibir a los desplazados, elemento estratégico del programa, dice

■ No involucrarse en el conflicto del país vecino, posición “absolutamente firme” del gobierno

Blanche Petrich

Ampliar la imagen Lorena Escudero, secretaria de Migración ecuatoriana Lorena Escudero, secretaria de Migración ecuatoriana Foto: proporcionada por el gobierno de Ecuador

La crisis entre Colombia y Ecuador por el ataque militar a un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia en territorio ecuatoriano y la forma como fue solventado el inevitable choque político entre los dos países en la Cumbre de Río “abre una oportunidad para apostar por una salida pacífica al conflicto colombiano”, afirma en entrevista Lorena Escudero, secretaria de Migración ecuatoriana.

La funcionaria, ex ministra de Defensa, académica egresada del Colegio de Estudios Latinoamericanos de la Universidad Nacional Autónoma de México, apunta que frente a la agresiva apuesta militarista del Plan Colombia y ante la incapacidad del presidente Álvaro Uribe de pensar en una solución que no sea la vía violenta al desafío planteado por la insurgencia, su vecino ecuatoriano cuenta con “una propuesta pacífica de seguridad humana”, el llamado Plan Ecuador, que parte del principio de que la seguridad interna “es un producto de la paz y del desarrollo y no a la inversa”.

Presentado como una iniciativa presidencial hace un año, este plan comprende –explica Escudero–“acciones interinstitucionales entre los diferentes organismos del estado, articulados con la sociedad civil, para reforzar la intervención del Estado en la frontera con planes de desarrollo”.

En su región noroccidental, Ecuador colinda con el departamento colombiano de Putumayo que, de acuerdo a los organismos internacionales de monitoreo de producción de drogas, concentra las mayores plantaciones de coca y otros narcocultivos en el mundo. También es una zona donde los grupos guerrilleros y paramilitares controlan franjas de territorio.

Ante este paisaje conflictivo, la posición “absolutamente firme” del gobierno de Ecuador es “de no involucrarnos en el conflicto colombiano”, dice la funcionaria.

“Lo que nos corresponde hacer es proteger a nuestra población y nuestro territorio; pero también tener una política de brazos abiertos para nuestros hermanos colombianos como un elemento estratégico del Plan Ecuador”.

Escudero, especialista en temas migratorios por la Académica del Centro de Estudios Sociales y Políticos Latinoamericanos y docente de la Universidad de Cuenca, explica que la “política migratoria integral” de su gobierno está dispuesta a recibir, con base en el derecho humanitario, “a todos los colombianos que decidan venir a nuestro territorio: desplazados, refugiados, víctimas de la violencia. Para ellos nuestro máximo respeto y nuestra solidaridad. Hemos hecho un llamado a todos los ecuatorianos y ecuatorianas a demostrar que somos una sociedad de acogida. El mismo respeto que exigimos para nuestros inmigrantes en el exterior debemos de ser seamos capaces de ofrecer a las personas de otros países, especialmente hoy a los colombianos”.

El prolongado conflicto militar en Colombia ha provocado el desplazamiento de cerca de cuatro millones de personas dentro y fuera de sus fronteras. En la franja fronteriza con Colombia, Ecuador ha concedido estatus de refugiados a 18 mil colombianos, ha expresado su disposición de documentar a otros 28 mil y busca documentar a 23 mil desplazados más que aun no cuentan con documentación alguna.

La integrante del gabinete de Raúl Correa fungió el año pasado durante siete meses como ministra de la Defensa, luego de la muerte accidental de su antecesora, Guadalupe Larriva. En ese periodo, refiere la secretaria, se produjo, del otro lado de la frontera, “un sobretensamiento del ejército colombiano”, aunque “de ninguna manera de las dimensiones que alcanzó la semana pasada”. Esa situación, sin embargo, produjo una “inmediata respuesta” de Ecuador. “Rápidamente me puse en contacto con mi homólogo colombiano. Él viajó a Ecuador, le expusimos aquí nuestro plan fronterizo, exigimos una explicación y reparación de daños materiales y daños también personales a familiares de gente que había sido víctima de violencia en la frontera”.

–Es decir, hay mecanismos para solventar los incidentes fronterizos que se puedan dar.

–Hay acuerdos firmados a nivel de los ministerios de Defensa, de las cancillerías y la policía de los dos países; acuerdos que establecen que no pueden haber acciones del ejército colombiano en la línea de frontera y, en caso de un operativo en su territorio, tiene que haber un aviso para que la población del lado ecuatoriano no tenga que sufrir las consecuencias de los enfrentamientos entre las fuerzas irregulares y el ejército. Justamente a partir de esta circunstancia surgió el Plan Ecuador como una respuesta pacífica y una reiteración de la intención de no involucrarnos ni en el conflicto colombiano ni en el Plan Colombia, que es una respuesta militarista”.

 
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