■ Fuerzas minoritarias tendrán un papel crucial para la aprobación de leyes y presupuestos
Concentran PSOE y PP más de 80% del electorado; “golpe al pluralismo”, dice IU
■ Resultado histórico para el Partido Socialista de Euskadi; supera en votos al gobernante PNV
Ampliar la imagen Festejo de socialistas por el triunfo de José Luis Rodríguez Zapatero y tristeza por la derrota del derechista Mariano Rajoy, ayer en Madrid Foto: Ap y Reuters
Madrid, 9 de marzo. Los resultados electorales de este domingo en España confirmaron la tendencia al bipartidismo, toda vez que entre el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y el derechista Partido Popular (PP) se concentró algo más de 83 por ciento del electorado. Sin embargo, las llamadas fuerzas minoritarias tendrán un papel crucial en la próxima legislatura y la llave para la formación del gobierno y para la aprobación de las leyes y presupuestos generales.
A pesar de que en general todas las fuerzas políticas periféricas o “minoritarias” sufrieron caídas en su porcentaje de votos y número de escaños, los nacionalistas moderados catalanes de Convergencia i Unió (CiU) lograron 11 diputados, uno más que en los comicios de 2004.
CiU, que pugna por más autogobierno para Cataluña, se podría convertir en el aliado necesario del relecto presidente José Luis Rodríguez Zapatero para superar en la primera votación su sesión investidura, para lo que es necesario un mínimo de 176 diputados.
En este sentido, el candidato de CiU al Congreso español, Josep Antoni Duran i Lleida, afirmó que en cuanto a la condición de “bisagra” de su formación de cara la gobernabilidad futura del país, su único compromiso es “no” dar su apoyo al candidato perdedor de los comicios.
Los independentistas de Esquerra Republicana de Cataluña fueron uno de los grandes derrotados de la jornada electoral. ERC, que formó una alianza de gobierno en Cataluña con los socialistas, perdió cinco diputados y sólo obtuvo tres escaños, lo que le impedirá tener grupo parlamentario propio.
Izquierda Unida (IU), una formación integrada por, entre otros, el Partido Comunista Español, tendrá por primera vez un lugar marginal en el Parlamento, con apenas dos escaños.
Ante este resultado, el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, anunció su dimisión y la apertura de un proceso de renovación en las próximas semanas. Explicó que el resultado se debió “al tsunami bipartidista que marcó estas elecciones y que perjudicó a las formaciones minoritarias, además de ser consecuencia de un sistema electoral injusto, que representa un golpe a al pluralismo político”.
En otros resultados, la Coalición Canaria y Bloque Nacionalista Galego, obtuvieron sólo dos diputados, y uno Nafarroa Bai y Unión Progreso y Democracia.
En el País Vasco, el Partido Socialista de Euskadi (PSE) logró un resultado histórico con nueve diputados y superó en número de votos y en escaños al Partido Nacionalista Vasco (PNV), que pasó de siete a seis asientos.
Los resultados de la elección en el País Vasco confirmaron que en parte de la sociedad caló el mensaje de ETA y de la izquierda abertzale (nacionalista), que invitaron a sus simpatizantes a abstenerse ante lo que calificaron de un “proceso en estado de excepción”.
Por último, el candidato socialista para la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, logró su quinta victoria consecutiva y de nuevo con mayoría absoluta, al obtener 57 diputados del Congreso local, frente a los 37 del candidato de la derecha, Javier Arenas.