■ La alta concentración de exportaciones y las remesas los ponen en situación más débil
México, CA y el Caribe, los más vulnerables ante la recesión en EU
■ Daños de mayor magnitud en Honduras, Nicaragua y Dominicana, prevén economistas reunidos en Cuba
■ China seguirá como importante mercado para Sudamérica, si no sufre desaceleración
Ampliar la imagen Vista parcial del Encuentro de Economistas sobre Globalización y Problemas del Desarrollo, realizado en La Habana, Cuba, con participantes de 52 países Notimex
La Habana, 9 de marzo. México, Centroamérica y el Caribe son el flanco más vulnerable frente a una recesión en Estados Unidos, por su alta concentración de exportaciones y remesas en ese país, mientras en el sur del continente el impacto dependerá de otros factores, como el desempeño de China, dijeron aquí expertos de organismos internacionales.
El retroceso en la economía estadunidense fue una constante en el décimo Encuentro de Economistas sobre Globalización y Problemas del Desarrollo, que sesionó aquí la semana pasada.
Hubo consenso en que el efecto en América Latina será diferenciado y predominó la cautela en los pronósticos, entre otras causas por la variable china y por la forma en que llegan las economías regionales al ciclo.
Si no se profundiza la crisis, Estados Unidos tendrá este año un crecimiento de 1.4 por ciento, dijo Jorge Mattar, oficial a cargo en México de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), mientras Andy Wolfe, jefe de la División México-Caribe del Fondo Monetario Internacional (FMI), expuso que la estimación del organismo es de 1.5 por ciento.
México y la República Dominicana estarían entre los primeros en resentir la caída, con más de 80 por ciento de sus exportaciones concentradas en Estados Unidos, más el riesgo de que el efecto se traslade de inmediato a la actividad económica interna, señaló Mattar.
Colombia, Chile y Venezuela también estarían entre los más expuestos, si se considera el volumen de sus exportaciones a Estados Unidos como proporción de su producto interno bruto (PIB), apuntó Carlos Winograd, investigador de la Escuela de Economía de París.
Para América Latina y el Caribe, el FMI proyectó un crecimiento en 2008 de 4 por ciento, pero considera un escenario moderado de 3 por ciento y otro más restrictivo de uno por ciento, dijo Wolfe.
La disminución de las remesas puede ser otro efecto más notable en México, Centroamérica y el Caribe, señaló Mattar, con daños mayores en Honduras, Nicaragua y la República Dominicana, donde esos ingresos representan porcentajes elevados del PIB.
Pablo Fajnzylber, analista principal en la Oficina del Economista en Jefe para América Latina y el Caribe del Banco Mundial, dijo que su equipo no tiene aún una proyección sobre el impacto en las remesas en el área.
Explicó que en el pasado no hubo una gran correlación entre retroceso económico y remesas en el hemisferio, pero ahora estudian el fenómeno “ya no fijándonos en el volumen total de actividad económica en Estados Unidos, sino en los estados del país y los sectores económicos donde hay más migrantes”.
Según las evaluaciones, si China no sufre una fuerte desaceleración, seguirá siendo un importante mercado para las exportaciones de Sudamérica (cobre chileno, carne y soya de Argentina, Brasil y Uruguay).
Lo que sería un factor favorable para el sur, dijo Winograd, podría ser, en cambio, un elemento adicional de presión contra México, porque China compite fuertemente con ese país por el mercado estadunidense.
Pero el riesgo mayor para el área es que la recesión afecte a China y a la India, añadió el investigador francés, provocando una caída en la demanda de esos países y una reducción del precio de las materias primas.
Los expertos estuvieron de acuerdo en que América Latina y el Caribe llegan al ciclo recesivo en mejores condiciones que en otras fases similares, por un menor endeudamiento, mejores finanzas públicas, precios altos de las materias primas y la ausencia, hasta ahora, de un contagio financiero en el área de la crisis crediticia en Estados Unidos. Como factores de riesgo apuntaron, entre otros, la inflación, la apreciación del tipo de cambio real y el incremento en el crédito privado.