Desde el otro Lado
■ Se confirmó el pronóstico
Se cumplió el vaticinio: los votantes de origen hispano y los desempleados o en vías de serlo fueron determinantes en el triunfo de la senadora Hillary Clinton en las elecciones primarias en Texas y en Ohio, respectivamente.
Según los primeros análisis, el voto hispano favoreció a Hillary en proporción de 2 a uno y al senador Barack Obama por seis a uno en Texas. En términos absolutos, el número total de votantes hispanos superó al de afroestadunidenses. Hay mucho por decir en torno a ambas minorías, pero tal vez lo principal fue que a la hora de votar no hubo animadversión entre ellas, como algunos comentaristas conservadores habían pronosticado, con la evidente intención de enfrentarlas.
En Ohio, donde el desempleo ha crecido debido a la transferencia de empresas al extranjero, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte fue el rehén para obtener votos. En Texas, el énfasis se puso en la identificación personal de los candidatos con una u otra minoría. La personalidad más conocida de Clinton y el apoyo de gran número de personajes de origen hispano fueron claves en la numerosa votación que recibió. Por su parte, Obama fue apoyado por un amplio grupo de personajes afroestadunidenses, lo que también fue determinante para recibir el apoyo de votantes de ese origen.
¿Cuál será la estrategia de campaña del senador republicano McCain y la de quien al final resulte el candidato demócrata a la presidencia frente a los votantes de origen hispano, toda vez que la propuesta de los tres es muy parecida respecto a los migrantes? Los tres votaron a favor de la fallida reforma integral el año pasado, están de acuerdo en reforzar la frontera para combatir el paso de indocumentados y coinciden, sin decirlo, en que se regularice la situación migratoria de millones de indocumentados. ¿Cómo se diferenciarán para ganar el creciente voto hispano?
Es altamente probable que el voto hispano se determine por la forma en que los candidatos al Congreso se manifiesten en torno a la migración durante sus campañas. Aquí la historia muestra que los demócratas entienden mejor el problema migratorio y están más cerca de quienes padecen la política intolerante de algunos conservadores, que incluso los han tratado como terroristas. Para McCain ése será un problema, no así para quien llegue a ser el candidato demócrata a la presidencia de Estados Unidos.