■ Baxter proporcionaba equipo para tratamiento de diálisis
Ex proveedora del IMSS niega promover quejas de enfermos
■ Cerca de 100, los inconformes con Pisa, nueva surtidora: Seguro Social
La empresa estadunidense Baxter, fabricante de tratamientos de diálisis peritoneal para el control de la insuficiencia renal crónica, rechazó estar detrás de la protesta que desde enero mantienen derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en el Distrito Federal.
Tim Weaver, director general del corporativo, aseguró que desde su llegada a México, en 1945, la firma se ha regido por las leyes nacionales y por buenas prácticas de negocio. Resaltó que su principal interés es mantenerse a la vanguardia en el desarrollo de insumos médicos, en particular en áreas críticas.
Baxter se desempeñó en años recientes como proveedor de insumos para los tratamientos de diálisis peritoneal en el IMSS; los pacientes “han vivido bien, sin complicaciones y sin quejas”, afirmó Weaver.
Sin embargo, en la licitación convocada por el IMSS para el abasto de terapias en 2008, el contrato fue asignado a Laboratorios Farmacéuticos Pisa, empresa mexicana que, a decir de las autoridades, cumplió con todos los requisitos técnicos y de calidad.
Al respecto, Weaver señaló que Baxter siguió las reglas y que participó conforme a la ley “en todo el proceso”. Interrogado sobre la legalidad del concurso, se limitó a contestar que “respetamos a las autoridades; estamos alineados, tenemos diálogo con ellas, una sana relación y así queremos seguir por muchos años”.
No obstante, también planteó “la preocupación” de Baxter –coincidente con la de un grupo de pacientes– por los cambios, porque “han tenido una tecnología de alta calidad y de características únicas en el mercado”.
Desde la segunda mitad de diciembre de 2007 se difundió entre los enfermos información extra institucional sobre los cambios que ocurrirían a partir de enero. Oficialmente se enteraron cuando en las clínicas les comunicaron que tendrían que tomar cursos de capacitación para el manejo de los nuevos insumos.
También tendrían que ir con su médico para que les programaran el cambio de línea de conexión. Al grupo de pacientes que se encuentra en diálisis peritoneal automatizada les informaron que Pisa les entregaría la nueva máquina y que Baxter pasaría a recoger la suya.
El problema fue que cada paso del proceso se retrasó. La información sobre las características de los nuevos insumos y equipos no fluyó, y empezaron a generarse dudas sobre la calidad de Pisa. En repetidas ocasiones, los derechohabientes se quejaron de que los representantes del proveedor fueron incapaces de aclarar sus dudas y que, en cambio, les daban certezas sobre las limitaciones que enfrentarían en lo sucesivo.
En los diferentes hospitales del IMSS de la ciudad de México ha habido protestas y manifestaciones en la calle, frente a las oficinas centrales del instituto, la Secretaría de Salud y la Cámara de Diputados.
A mediados de la semana que concluye la actual proveedora Pisa informó que 98 por ciento de los pacientes que aceptaron el cambio de terapia ya habían sido incorporados al programa y que ya se realizan las diálisis sin complicaciones.
El IMSS, por su parte, insistió en la imposibilidad legal de atender la petición de quienes mantienen el rechazo al cambio, y ubicó en alrededor de 100 el número de inconformes.
Weaver señaló, en entrevista, que a pesar de que este año no distribuirán los tratamientos de diálisis en el Distrito Federal, Baxter continuará desarrollando mejores tecnologías.
En el caso de la máquina cicladora para la diálisis automatizada, dijo que además del sistema hidroneumático que asegura que la cantidad del líquido que debe infundirse a los enfermos sea exacta, el sistema de control de temperatura evita que se ocasionen problemas fisiológicos al organismo.