Usted está aquí: domingo 9 de marzo de 2008 Estados En el PRD de Tlaxcala, la disputa es por la dirigencia y por intereses personales

■ Candidatos a presidir el partido en Chiapas llaman a vigilar el proceso interno del día 16

En el PRD de Tlaxcala, la disputa es por la dirigencia y por intereses personales

■ Una senadora apunta sus baterías para postularse al gobierno; un legislador, para impulsar a su esposa

Juan Luis Cruz Pérez (La Jornada de Oriente)

Tlaxcala, Tlax., 8 de marzo. En la elección interna del PRD no sólo estarán en disputa las presidencias de los comités ejecutivos Nacional y Estatal; en Tlaxcala los senadores Minerva Hernández Ramos y Alfonso Sánchez Anaya se disputarán el control del instituto político para sus intereses personales.

Hernández Ramos tiene por meta lograr la candidatura al gobierno del estado, con miras a los comicios de 2010, y no se descarta que el ex gobernador intente impulsar a su esposa Maricarmen Ramírez García como abanderada al mismo cargo, por segunda ocasión, pues asegura que es la mejor posicionada entre los militantes del partido.

La ex diputada federal Hernández Ramos es una de las principales promotoras de la corriente Nueva Izquierda (NI) y se ha colgado de la figura de Jesús Ortega Martínez, candidato a la presidencia nacional del PRD. Sánchez Anaya y su grupo local, Cambio hacia la Democracia apoya la corriente Foro Nuevo Sol y se ha apegado a la corriente de Andrés Manuel López Obrador y Alejandro Encinas, también aspirante a presidente nacional del partido.

Sin embargo, a esta lucha han entrado otros militantes que ostentan cargos de elección popular, como el diputado federal Alejandro Martínez Hernández y el local Víctor Briones Loranca, que aunque también apoyan a Jesús Ortega, en Tlaxcala buscan controlar los órganos del partido, sin que abanderen una corriente en particular.

La fuerza de Nueva Izquierda

Un caso similar es el del ex diputado federal Gelacio Montiel Fuentes, de la corriente Alianza Democrática Nacional (ADN). En Tlaxcala impulsa la fórmula que encabeza Luis Martínez para la dirigencia estatal, pero ha sumado su capital político a las aspiraciones de Jesús Ortega.

En Tlaxcala, NI tiene la fuerza principal, en la que participan el diputado federal Alejandro Martínez y la senadora Minerva Hernández Ramos.

Muestra de la lucha por los espacios en la dirigencia estatal del PRD, el Consejo Político y la Convención de Delegados, es que se han registrado 12 fórmulas para presidir el Comité Ejecutivo Estatal. Asimismo, hay mil 485 candidatos a delegados estatales y 696 aspirantes para consejeros locales, según cifras de la Comisión Técnica Electoral.

Para ello, dicha comisión analiza instalar el día de la elección 90 mesas receptoras de votos en los 60 municipios, a las que podrán acudir los 113 mil 297 militantes que tiene el PRD en su padrón estatal, aunque en el proceso interno para elegir al actual comité, en 2004, apenas acudieron a las urnas 14 mil 523 perredistas.

La debacle del partido

En las elecciones de 1998 el PRD obtuvo la gubernatura en la persona de Alfonso Sánchez Anaya. El peor error para que el PRD perdiera este bastión provino del mismo gobernador. Cuando en el ámbito federal se discutían las pretensiones de Marta Sahagún para heredar la Presidencia de la República de su esposo Vicente Fox, el tlaxcalteca impulsó, y logró contra toda oposición, colocar a su esposa Maricarmen como candidata a la gubernatura, que perdió frente al panista Héctor Israel Ortiz Ortiz, priísta hasta unos días antes de ser abanderado por el albiazul.

De ahí el PRD ya no pudo levantarse. Su debacle, con un gobierno panista al frente, tiene su mejor ejemplo en los resultados de los comicios del pasado 11 de noviembre, cuando apenas obtuvo 86 mil 610 votos para diputados locales, una caída en las preferencias de 52.01 por ciento con respecto a la votación que alcanzó con Andrés Manuel López Obrador como candidato a presidente.


■ Sabines busca imponer en los comités estatal y nacional a un ex priísta y a Jesús Ortega, aseguran

A. Mariscal y E. Henríquez Corresponsales

Tuxtla Gutiérrez, Chis., 8 de marzo. Cuando faltan ocho días para elegir dirigente del PRD en Chiapas, tres de los candidatos hicieron llamados a vigilar el proceso interno del 16 de marzo para evitar la imposición, pues consideran, “habrá una elección de Estado” por el gobierno de Juan Sabines Guerrero, quien gobierna el estado desde el 8 de diciembre de 2006, tras ganar con el emblema del sol azteca.

Ismael Brito Mazariegos, Dolores Estrada Gordillo y Moisés Ramírez, quienes se unieron al grupo que en el ámbito nacional promueve a Alejandro Encinas Rodríguez, acusaron al gobierno de Sabines de querer imponer en la dirigencia estatal al ex subsecretario de Relaciones Políticas, el ex priísta Alejandro Gamboa López, y en la nacional a Jesús Ortega.

Dado este panorama, el resto de los candidatos denunció una “descomposición en el partido, pues los dos gobernadores recientes –Pablo Salazar Mendiguchía y el propio Sabines– sólo utilizaron al PRD para llegar al poder. La actual dirigencia local del sol azteca está secuestrada por servidores del gobierno”, dijeron.

Agregaron que, como la mayoría de los principales colaboradores de Sabines, hace apenas unos meses Gamboa López se afilió al PRD, pues en 2005 era regidor en Atizapán de Zaragoza, estado de México, en representación de la dupla PRI-PVEM. En ese mismo periodo fue asesor de Sabines Guerrero, cuando éste ocupaba la presidencia municipal de Tuxtla Gutiérrez, cargo al que había llegado por el tricolor.

Una vez gobernador, Sabines lo nombró titular de la Subsecretaría de Relaciones Políticas, cargo que dejó apenas para contender por la dirigencia estatal del PRD, al que dijo haberse afiliado “hace como tres años”.

El 31 de enero, durante una gira que Jesús Ortega realizó en esta entidad, el aspirante a la dirigencia nacional avaló a Gamboa López, al igual que a los diputados locales Martha Grajales, Rafael Cevallos y Juan Carlos López, todos ex funcionarios de Juan Sabines, ex priístas que llegaron al legislativo con el registro del PRD.

Este sábado, Brito Mazariegos manifestó que algo que llama su atención es que de 150 mil afiliados que tenía el PRD en Chiapas, ahora cuente con 400 mil. “No puede ser que en un municipio donde había mil afiliados de repente resulten 15 mil o 20 mil”, aseveró sin dar mayores detalles.

En este contexto, el consejero político estatal del PRD, Felipe Alamilla Lara, sostuvo que su partido “no debe regresar al pasado ni caer en el vandalismo, delincuencia o confrontación”. Consideró que de triunfar la corriente de Andrés Manuel López Obrador, “podría ser un riesgo para la unidad del partido”.

 
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