■ Las hostilidades comenzaron cuando los soldados intentaron catear una casa de seguridad
Deja siete muertos choque de militares contra presuntos narcos en Chihuahua
■ Durante el operativo un periodista fue sometido y vejado a punta de pistola por uniformados
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La colonia Rosario, en el poniente de la ciudad de Chihuahua, es azolada por el pandillerismo y el narcotráfico. La imagen fue captada tras la balacera
Foto: Notimex
Chihuahua, Chih., 8 de marzo. Un soldado y seis presuntos narcotraficantes y murieron durante un enfrentamiento ocurrido cuando elementos del Ejército pretendían catear una casa de seguridad en la colonia Rosario de la capital de Chihuahua, informó el capitán Isaac Ramírez, de la Quinta Zona Militar.
La Secretaría de la Defensa Nacional reportó además que cuatro sicarios fueron detenidos y que tres militares, así como un oficial de la Policía Federal Preventiva resultaron heridos.
Cerca de las 2 de la madrugada de este sábado, elementos del Ejército y de las agencias Federal y Estatal de Investigación, además de Seguridad Pública Municipal, llegaron a una vivienda en las calles 58 y Méndez, donde se tenía información de la presencia de pistoleros.
Los militares rodearon el inmueble desde las calles aledañas, pero fueron recibidos con granadas y disparos de armas de fuego de uso exclusivo de las fuerzas armadas. Una camioneta, una tanqueta y varias patrullas policiales recibieron impactos de bala y metralla de por lo menos cinco granadas de fragmentación.
Tras dos horas, los más de 200 agentes, entre policías y militares, lograron ingresar a la vivienda, donde localizaron armas largas, chalecos antibalas, uniformes, lanzagranadas y vehículos, que fueron incautados.
La casa de seguridad está ubicada en el occidente de la ciudad, área marcada por la pobreza y problemas de pandillerismo y distribución de drogas.
Dos horas en el piso
Durante el enfrentamiento, el fotógrafo Jesús Sotelo, del periódico El Heraldo de Chihuahua, fue tirado al piso por los uniformados, y uno de ellos le puso una rodilla en la espalda mientras otro le colocó un arma cerca de la cabeza. Así lo tuvieron durante dos horas hasta que fue identificado por sus compañeros y otros policías.