■ Iván Ríos, el guerrillero abatido en el departamento de Caldas

Entre contradicciones, anuncia Bogotá la muerte de otro líder de las FARC

Dpa, Afp y Reuters

Bogotá, 7 de marzo. El gobierno colombiano anunció hoy la muerte de Iván Ríos, uno de los siete líderes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en el contexto de un operativo realizado en una región montañosa del oeste de Colombia, en el departamento de Caldas, cerca de Antioquia.

Al cierre de esta edición, las FARC no habían confirmado esa información.

Las primeras versiones, difundidas la mañana de este viernes, indicaron que Ríos, cuyo verdadero nombre era Manuel Muñoz Ortiz, falleció en una operación conjunta del ejército y la fiscalía en el sector rural del municipio de Samaná (400 kilómetros al oeste de Bogotá), pero en la tarde el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, aseguró que el guerrillero fue asesinado por sus compañeros, cuando se vieron cercados por las autoridades.

Santos aseguró que uno de los insurgentes que acompañaban a Ríos se presentó ante una guarnición militar en la región y “trajo consigo la mano derecha (del líder), la cédula de ciudadanía, el pasaporte y su computadora personal”, como pruebas de que fue ultimado “hace tres días”.

De acuerdo con Santos, el rebelde que llevó las pruebas la noche del jueves decidió presentarse ante las fuerzas gubernamentales para aligerar las presiones que el ejército había logrado imponer en días recientes sobre los comandos de las FARC en la zona montañosa. El gobierno colombiano ofrecía un recompensa de 5 millones de dólares por información que llevara a la captura del insurgente, pero Santos no explicó nada al respecto.

“Las FARC han sufrido un nuevo golpe contundente”, expresó Santos. “En menos de una semana y gracias al trabajo conjunto de nuestra fuerza pública, las FARC han perdido a dos de sus miembros más importantes”, agregó.

“Ríos”, quien también era conocido como José Juvenal Velandia, era el comandante del grupo José María Córdova, que opera en los departamentos de Caldas y Antioquia, y fue uno de los miembros del equipo negociador de las FARC en el frustrado diálogo de paz con el gobierno del presidente Andrés Pastrana (1998-2002).

Ríos, quien en su juventud fue seminarista, tenía 40 años y era considerado uno de los dirigentes más cercanos al fundador y líder de las FARC, el septuagenario Manuel Marulanda, conocido también como Tirofijo. El jefe guerrillero ingresó al secretariado de las FARC en 2003, remplazando a Efraín Guzmán, uno de los líderes históricos del grupo fundado en 1964, fallecido por enfermedad.

“Sin duda es otro golpe duro para las FARC. Son hechos que esta organización debe saber asimilar, en el entendido de comprender que el único camino que tiene Colombia es el de la solución política del conflicto, una negociación que ponga fin a esta guerra y barbarie”, señaló el director del semanario comunista Voz, Carlos Lozano, quien conoció al insurgente.

Durante la jornada de hoy circularon versiones de que la política colombiana Ingrid Betancourt, secuestrada por las FARC desde 2002, podría ser liberada “en las próximas horas”, cerca de la frontera con Ecuador, pero el presidente Rafael Correa desminitó esa información y afirmó que es parte de un juego de “desinformación”.

En tanto, en Caracas, el Ministerio del Interior y Justicia declaró que representantes de las FARC entregaron nuevas pruebas de vida de 10 rehenes, militares y policías, que pretenden liberar próximamente para continuar con el proceso del canje humanitario. La liberación de seis políticos en los pasados dos meses se ha realizado con apoyo de Venezuela.

El gobierno venezolano reconoció que una patrulla de soldados de su país entró por descuido a territorio colombiano, pero minimizó el hecho al señalar que situaciones de ese tipo ocurren frecuentemente, sin mayores consecuencias.