■ El diario, sin lugar para la discriminación de la mujer: Lourdes Galaz

Otorga ANAD reconocimiento a la directora de La Jornada

■ El presidente de los abogados democráticos subraya la tarea del rotativo

De la redacción

El diario La Jornada “no es un partido político, como muchos lo han simplificado, porque este periódico nunca ha tenido ni tendrá objetivos propios del poder ni horizontes diferentes a los del periodismo, pero ciertamente somos algo más que un periódico, somos una presencia donde un fragmento de México se ha reconocido y se ha visto reflejado”, afirmó la periodista Lourdes Galaz en nombre de la directora de este rotativo, Carmen Lira Saade, al recibir un reconocimiento de la Asociación Nacional de Abogados Democráticos (ANAD), en el contexto de la celebración por el Día Internacional de la Mujer.

En su exposición, Lourdes Galaz, directora de la Agencia de Servicios Integrales en Comunicación (ASIC), empresa filial de La Jornada, aseguró que en este diario “no hay lugar para la discriminación de la mujer”, y mencionó los siguientes datos: “Nuestra empresa tiene en el área editorial 14 ejecutivos varones y a nueve señoras; entre ellas, por supuesto, la directora general, la coordinadora de información y la jefa de la sección de Estados; de las 164 plazas de trabajo en el aparato editorial, 73 son ocupadas por mujeres y 91 por hombres; en cuanto al número de reporteros, son 39 mujeres y 37 hombres; redactores son 11 mujeres y 10 hombres; fotógrafos, 13 varones y cuatro mujeres; y los 12 puestos de auxiliar de redacción están ocupados ahora por mujeres”.

El presidente de la ANAD, Lauro Jonathan Sol Orea, hizo un reconocimiento público a la tarea informativa del diario y al profesionalismo de su directora, “mujer discreta, rígida y estricta, cuya trayectoria periodística ha sido fundamental en la lucha democrática de este país”.

Antes de leer el mensaje que envió Carmen Lira a la ceremonia de la ANAD, Galaz indicó que, si bien continúa la lucha por mejorar las condiciones de la mujer en los últimos años y también por erradicar la violencia de género, se han mejorado las condiciones laborales, y hoy “la participación en la vida pública es inconcebible sin la mujer, sobre todo en el nivel federal”.

Agregó que, de acuerdo con información de la Secretaría del Trabajo, más de 40 por ciento de las mexicanas están incorporadas al aparato productivo. Puntualizó que en esa reunión convocada por la ANAD el tema versaba acerca de los medios de comunicación y en ellos la discriminación a la mujer.

Galaz dijo: “como todos sabemos, hay de medios a medios. En La Jornada nos preocupa y nos ocupa la equidad de género; en las páginas del diario, desde siempre, cotidianamente, hay referencias a los asuntos de las mujeres, y no es que seamos feministas, nos hemos feminizado”.

Respecto del mensaje de la directora de La Jornada, Galaz dijo que “el mundo de la política en México no acaba de acostumbrarse a considerar a los periódicos como un verdadero y real contrapoder, cuyas tareas centrales son el control, el estímulo y la crítica.

“Los periódicos o los medios, también debieran considerarse a sí mismos como algo diferente al gran amasijo de poderes, como una expresión libre que tiene, sobre todo, una identidad clara y distinta a la cual debemos absoluta prioridad, cualesquiera que sean las vicisitudes por las que se haya atravesado o atraviese el país.

“Para que todo esto suceda es necesario, antes que cualquier cosa, que un periódico tenga una identidad propia. La Jornada ha construido una identidad clara y distinta, reconocida y reconocible a través de su historia irrepetible, única.

“En las últimas dos décadas y media, nuestro periódico ha estado presente en la mejor historia de México y ha contribuido a indagarla, contarla y hasta, si ustedes quieren, orientarla con el peso del mundo de la política en México, con su influencia y opinión, y eso ha sido sin renunciar jamás a la tarea primordial de un periódico: informar a los lectores llevándolos a conocer y entender los problemas y conflictos políticos y sociales, con instrumentos que les permitan una mejor y mayor participación en la sociedad.

“Si una historia tan compleja e importante se pudiera resumir de golpe en una fórmula, deberíamos decir que La Jornada ha creído, y nunca ha dejado de creer, en la posibilidad de un país democrático, en el derecho y en el deber de los ciudadanos de reclamarlo y pretenderlo y, por tanto, en la posibilidad de un cambio en México.

“La Jornada ha estado acostumbrada por el ámbito político y cultural en el que se mueve y actúa, a contar lo que ha ocurrido y ocurre en el mundo del poder, proveemos eso en nombre y por cuenta de los ciudadanos, por la parte del pueblo que no se ha resignado a una decadencia de la moral pública y a una deformación institucional”, dijo Galaz en nombre de Carmen Lira.