■ Romano habla del remedio para América
Disposición al trabajo, antídoto para el resfriado
Los antídotos para que el América se recupere del mal que lo aqueja, del “refriado” que sufre, son la gran disposición al trabajo, el convencimiento en lo que está haciendo, el esfuerzo y la solidaridad mostrada por los jugadores, señaló el técnico del plantel, Rubén Omar Romano.
Estimó que los días que lleva con el equipo ha avanzado 30 por ciento en su planteamiento en general, aunque sabe que debe solucionar el problema que padece en la zona baja por las ausencias de Sebastián Domínguez e Ismael Rodríguez, aunque en la delantera tiene variantes que le funcionan para cubrir el hueco de Richard Núñez y Rodrigo López.
Sin presión por el mal momento que pasa el equipo de Coapa, el estratega buscará armar jugadas para que aparezca solo arriba Salvador Cabañas o Enrique Esqueda o Juan Carlos Mosqueda, y sus compañeros sepan “en qué lugar de la cancha encontrarán una descarga rápida”.
Al preguntarle sobre las recientes declaraciones del ex americanista Cuauhtémoc Blanco en torno a los promotores, respondió que “son un mal necesario que existe en todo el mundo, porque los directivos necesitan de ellos, que no los técnicos”, y negó tener nexos con alguno, ya que en “mi trabajo no se mete nadie; ni estrategas ni promotores ni dirigentes”.
Explicó que trabaja dos planteamientos para recibir al San Luis, rival de este domingo, ya sea que venga con juego agresivo o que salga a esperar lo que hacen las Águilas, “que se tire más atrás”, porque lo más importante será “meter el primer gol para que empiece a tener que modificar su esquema”.
Luego de agradecer a la directiva del América la oportunidad de regresar al plantel, Carlos Sánchez, ex jugador de los Gladiadores, dijo tener “un compromiso interno por sacar adelante a esta gran institución”, lo cual se logrará con “apoyo de la directiva, la afición y nosotros mismos”.
En caso de ser convocado por Romano, dijo que deberá tratar de que “el América sea un equipo difícil de vencer”, y que “ya se haya pagado (con las derrotas) el precio por el cambio de faceta” de un técnico a otro.