Documentan en un libro la vida en Tepito
El barrio donde las personas nacen enojadas y crecen encabronadas, el lugar donde aprenden a rifársela con todo y contra todos. “Porque pedo y dormido se olvida lo jodido” y porque no se tiene tiempo para vivir los dramas de la existencia.
Tepito, ¡bravo el barrio! es un libro que recrea las calles y los personajes que lloran y ríen en un sólo escenario: Teocali-Tepitón, en cuya raíz estaría el origen del “barrio más chilango de los chilangos”.
El volumen –coeditado por Trilce-Océano– recoge el trabajo fotográfico de Francisco Mata, quien inmortaliza a personajes como Arturo Ayala Plascencia, Tirantes, quien pareciera ser la viva imagen de Tin Tan; de Mike y Richie, payasos que en sus ojos esconden melancolía; de Reyna Guadalupe, La Guerrillera, o del mismísimo Rubén El Púas Olivares, quien fue cuatro veces campeón mundial de boxeo.
Voces de los protagonistas
La obra también reúne testimonios de los protagonistas del barrio: comerciantes, músicos obreros, enfermeras, choferes, estilistas, hojalateros, porque como refieren, “la humildad, la sencillez, es lo que nos hace grandes”.
De ellos se puede encontrar muchas historias, como cuando los vecindarios sólo tenían un baño para 15 o 20 personas; el movimiento del 85, que unió al barrio; o la historia de Ángel Enciso Hernández y su devoción a la Santa Muerte.
Los barrios que existían, el ambulantaje y cómo se poblaron las calles. El Tepito actual es un ejemplo de lo que puede sucederle a cualquier barrio cuando llega la modernidad.
“Los tiempos cambian pero el amor perdura”, afirma Francisco Mata. Cada línea del libro revela ese “bendito barrio”, de historia, bravura, cultura, tradiciones y costumbres. Resumidas en una palabra: resistencia.
Así se describe Tepito, de las entrevistas realizadas por Alfredo Matus, textos de Fabrizio Mejía Madrid, Alfonso Hernández y Fernando César Ramírez. Una publicación en la que colaboró el Gobierno del Distrito Federal, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, el Instituto Nacional de Bellas Artes y la Galería José María Velasco.
“La calle es una selva de cemento y de fieras salvajes, cómo no. Ya no hay quien salga loco de contento, dondequiera le espera lo peor”, fragmento de la canción de Héctor Pavón, que explica un trabajo documentado en el que Tepito generosamente abrió sus puertas para conocerlo.