■ Concluyó el primer curso de fotografía en Santiago Lapaguía, en la sierra Sur
Plasman niños con imágenes la vida diaria de una comunidad de Oaxaca
■ Los artistas en ciernes mostraron todo un mosaico multicolor en el palacio municipal
■ Por sus habilidades como retratistas y paisajistas, los participantes recibieron reconocimientos
Ampliar la imagen Niños de la escuela primaria de Santiago Lapaguía, quienes participaron en el primer curso de fotografía impartido en esa comunidad Foto: Ezequiel Leyva
Santiago Lapaguía, Oax., 6 de marzo. Enclavada en la sierra Sur de Oaxaca, la comunidad de Santiago Lapaguía parece estar a salvo de la influencia de los medios de comunicación masiva.
Con gracia e inocencia, los niños se acercan, y los adultos, recelosos, miran a quienes llegamos hasta este lugar y con alguna reserva comienzan a platicar sobre sus costumbres y vicisitudes para desplazarse los lunes a Miahuatlán de Porfirio Díaz, para realizar las compras. Esa actitud es comprensible, porque hasta aquí “ni los políticos llegan”, debido a lo inaccesible del lugar.
Por caminos maltrechos y polvorientos, se viaja cinco horas para llegar al lugar y asistir a un acto muy importante: conocer las habilidades que traen, desde la “nacencia”, como dicen los pobladores, donde un grupo de niños de entre siete y 11 años de edad participaron en el primer curso de fotografía.
Los pequeños realizaron verdaderas obras de arte que dentro de muy poco tiempo tal vez admiren los oaxaqueños en el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo, de la ciudad de Oaxaca.
Apoyo de Francisco Toledo
Durante tres meses los niños recibieron cámaras y se dieron a la tarea de plasmar en imágenes lo más relevante de la cotidianidad. El resultado fue un mosaico multicolor que se mostró en una exposición en el corredor del palacio municipal, donde se dieron cita escolares, padres y pobladores.
El pasado primero de marzo, en la explanada municipal, se entregaron reconocimientos a los niños participantes, futuros fotógrafos que desde ahora ya muestran habilidades para esta profesión, como retratistas, paisajistas y en algunas imágenes se puede apreciar la mirada inquieta de un fotorreportero.
Francisco Toledo, aunque no asistió, envió un representante.