■ La nave Julio Verne abastecerá a la EEI y al concluir su misión de 6 meses será destruida
Europa, lista para el lanzamiento del más grande “camión espacial”
■ Mide 10.3 metros de largo, 4.5 metros de diámetro y podría contener un autobús londinense de dos pisos
■ Su capacidad de carga triplica la actual de los vehículos Progress rusos
París, 6 de marzo. Europa franqueará el domingo –con el lanzamiento de Julio Verne, nave reabastecedora de la Estación Espacial Internacional (EEI)– una nueva etapa en la mejora de sus capacidades para la conquista del espacio, un mes después del amarre de su laboratorio Columbus a la EEI.
Para Europa, la misión del ATV (Automated Transfer Vehicle) Julio Verne presenta varias primicias: será el mayor vehículo lanzado por un cohete Ariane 5, que ha debido ser modificado; con él, Europa efectuará por primera vez un encuentro espacial automatizado, y el vuelo será seguido desde su nuevo centro de control construido en Toulouse, Francia.
El ATV, cuyo primer ejemplar ha sido bautizado con el nombre del visionario autor de De la Tierra a la Luna, es un vehículo de 20 toneladas que abastecerá la EEI con agua, ergoles (componentes del propergol, el combustible utilizado en cohetes), víveres y material científico, además de colaborar en la corrección de la órbita.
En función de las necesidades, el ATV podrá transportar hasta 840 litros de agua potable, 100 kilogramos de aire, de oxígeno o de nitrógeno para la atmósfera de la estación, 840 kg de ergol, 4 mil 500 kg de carga útil y 4 mil 700 kg de combustible para sus propio sistema de control de altitud y de órbita.
Al cabo de su misión de seis meses, cargado de los desechos de la EEI, el ATV será enviado hacia la atmósfera, donde se desintegrará.
Se trata del “vehículo más grande y complejo que haya construido Europa”, subraya el responsable de la Agencia Espacial Europea (ESA) en el centro de control de Toulouse, Jean-Michel Bois.
Este “camión del espacio”, construido para la ESA por Astrium Space Transportation, es un cilindro de 10.3 metros de largo y de 4.5 metros de diámetro que podría contener un autobús londinense de dos pisos. Su capacidad de carga triplica la de los actuales reabastecedores rusos Progress.
Con este proyecto, subraya Bois, “Europa adquiere el control de las técnicas de encuentro espacial para la ensambladura” de naves. En efecto, el amarre del ATV a un módulo ruso de la EEI, alrededor de dos semanas después de su lanzamiento, será automático, sin intervención humana.
Esta capacidad es esencial para la construcción de estaciones espaciales, pero también para misiones humanas hacia la Luna o hacia otros planetas, e incluso para encarar un proyecto de acopio de muestras de Marte.
El ATV será lanzado por un Ariane 5 ES-ATV, cohete modificado respecto del clásico Ariane 5 ECA, para que pueda llevar semejante carga a 260 kilómetros de altitud, hasta una órbita inclinada de 51.6º. Luego, su etapa superior deberá encenderse dos veces, principalmente para corregir la órbita.
Un puesto ad hoc, instalado en el Centro Nacional de Estudios Espaciales (CNES) en Toulouse y denominado ATV-CC (Automated Transfer Vehicle–Control Center), asumirá el control del vuelo, desde 100 minutos después del lanzamiento hasta el fin de la misión.
Activo 24 horas por día y animado por 130 personas, el ATV-CC es el punto neurálgico de una red que pondrá en juego simultáneo tres centros de control principales –el estadunidense de Houston, el ruso de Moscú y el europeo de Toulouse–, así como a los astronautas a bordo de la EEI, sin olvidar los satélites TDRS, norteamericano, y Artemis, europeo, para las comunicaciones.