■ Alcaldes se quejan de ser ignorados por autoridades federales
Legisladores y funcionarios viven de cerca la inmundicia del río Santiago
Guadalajara, Jal., 7 de marzo. “Les deseo que la estancia en Juanacatlán y El Salto les sea placentera, a pesar de todo lo que tengamos que padecer en unos momentos”, dijo el presidente municipal de Juanacatlán, Ramiro Tapia Ornelas, a funcionarios federales, estatales y municipales que este jueves recorrieron con el edil el contaminado río Santiago.
La comitiva busca alternativas para aliviar el deterioro ambiental causado por las aguas residuales de la zona metropolitana de Guadalajara y de corredores industriales adyacentes al Santiago, donde el niño Miguel Angel López Rocha cayó en enero y murió 19 días después, el 13 de febrero, intoxicado con arsénico.
Dos de los funcionarios estatales más relacionados con el tema, el secretario de Salud, Alfonso Gutiérrez Carranza, y el director de la Comisión Estatal del Agua (CEA), César Coll Carabias, no participaron en el recorrido, que incluyó el lugar donde se vierten las aguas crudas de Guadalajara al Canal del Ahogado, el corredor industrial de El Salto y el recodo del Santiago, justo en medio de ese municipio y Juanacatlán, demarcaciones ubicadas 35 kilómetros al suroriente de la zona metropolitana tapatía.
El recorrido fue literalmente de horror. Los funcionarios, sobre todo los legisladores federales que no conocían el lugar, se cubrieron con tapabocas para evitar respirar directamente la inmundicia que lleva el cauce, en especial en la cascada aledaña al puente que une El Salto y Juanacatlán.
Martha Ruth del Toro, titular de la Secretaría del Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable estatal, explicó a los visitantes que el líquido maloliente era producto de que apenas 3 por ciento de las aguas residuales de Guadalajara son tratadas, y el resto se vierte directamente al Canal del Ahogado, que desemboca en el río Santiago.
La funcionaria agregó que en este río se cometen todo tipo de delitos ambientales, y acusó: “Los culpables somos todos”. Afirmó que de un mes a la fecha las descargas industriales al Santiago se redujeron “significativamente” y anunció que se creará un comité ciudadano para denunciar las descargas clandestinas u oficiales que no cumplan con la norma.
Antes del recorrido, todos los funcionarios se reunieron durante tres horas en la presidencia municipal de El Salto.
Los alcaldes de los dos municipios más afectados por la contaminación del Santiago se quejaron de la poca disposición de las autoridades estatales y federales a atender sus reiteradas peticiones de saneamiento ambiental. En especial señalaron a los responsables de Salud, la CEA y la Comisión Nacional del Agua.
El alcalde de El Salto, Joel González Díaz, hizo un recuento de los oficios y peticiones que en durante poco más de un año ha hecho a esas autoridades, así como a las procuradurías de Protección al Ambiente federal y estatal, sin siquiera haber recibido respuesta.
Los senadores que acudieron a la reunión y al posterior recorrido fueron Ramiro Hernández, Jorge Legorreta, Francisco Berganza, Francisco Javier Obregón Espinoza, Eva Contreras, Mario López y Silvano Aureoles, miembros de la Comisión de Medio Ambiente. Al final se comprometieron a incluir el tema en la agenda legislativa para deslindar responsabilidades y sugerir acciones de mitigación.