■ El presidente nicaragüense Daniel Ortega rompe relaciones diplomáticas con Colombia
Uribe sabía que las FARC iban a liberar a Ingrid Betancourt y a 11 rehenes: Correa
■ El mandatario ecuatoriano pide en Managua al grupo insurgente liberar sin condiciones a los rehenes
Ampliar la imagen Los mandatarios Daniel Ortega y Rafael Correa, después de una reunión en la casa presidencial de Managua Foto: Reuters
Ampliar la imagen Hugo Chávez recibe en la residencia oficial de Caracas a la presidenta Cristina Fernández Foto: Reuters
Managua, 6 de marzo. El presidente de Ecuador, Rafael Correa, afirmó hoy que su par colombiano Álvaro Uribe “sabía” que en marzo las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) iban a liberar a 12 rehenes, entre ellos a Ingrid Betancourt, y calificó de “bajeza” su operativo militar en suelo ecuatoriano, en el que fue abatido el líder guerrillero Raúl Reyes.
Correa hizo estas declaraciones durante una visita de cuatro horas a Nicaragua, en la que el presidente Daniel Ortega anunció el rompimiento de relaciones diplomáticas con Colombia, en solidaridad con Ecuador y ante las “amenazas” de Bogotá en una disputa marítima que mantienen en el Caribe por la soberanía de las islas San Andrés.
“Lo sabía y utiliza esos contactos para montar esta tramoya y hacer creer al mundo que esos contactos eran de tipo político y de apoyo a las FARC, y con eso justificar y tirar una cortina de humo sobre su acción injustificable”, explicó Correa en conferencia previa a su encuentro con el presidente nicaragüense, en la que también demandó a las FARC liberar sin condiciones a los rehenes que pretende canjear por 500 rebeldes presos.
Más aún, el gobernante ecuatoriano señaló que su país “no limita con el Estado colombiano sino con las FARC”, en alusión a que esa organización guerrillera controla vastas regiones del territorio sur de Colombia.
Francia confirmó que estaba al tanto de tales contactos de Ecuador con las FARC para liberar a un grupo de 12 rehenes, incluida la colombo-francesa, admitió el embajador francés en Quito, Didier Lopinot.
En ese contexto, mientras el ejército ecuatoriano sumaba 23 víctimas del ataque colombiano al campamento de las FARC tras el hallazgo de otro cadáver, Quito ratificó que se trató de una matanza y sostuvo que al menos 20 de los cuerpos muestran evidencias de haber sido rematados con tiros en la espalda.
Colombia usó al menos cinco “bombas inteligentes” de las que empleó Estados Unidos para matar en Ecuador al número dos de las FARC, Raúl Reyes, lanzadas con aviones a gran velocidad y sin descartar la intervención de alguna agencia estadunidense, dijo el ministro ecuatoriano de Defensa, Wellington Sandoval.
Ortega, tras conversar y almorzar con Correa, sorprendió con su “solidaridad incondicional” con el ecuatoriano al anunciar que “estamos rompiendo con la política terrorista del gobierno de Álvaro Uribe, no con el pueblo colombiano”.
El mandatario nicaragüense, quien dijo no estar satisfecho con la resolución de la Organización de Estados Americanos (OEA) por no darse una “condena clara” en torno al tema, afirmó sin embargo que “los latinoamericanos estamos dispuestos a contribuir” en favor de la paz, abogando por una iniciativa regional al estilo del Grupo Contadora de la década de los años 80 en Centroamérica.
Añadió que para el restablecimiento de relaciones con Nicaragua, Colombia deberá abstenerse de incursionar en países vecinos, y además respetar el fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya en relación al diferendo marítimo bilateral.
Correa agradeció “profundamente al gobierno y al pueblo nicaragüense” por este gesto, y antes de proseguir su gira a Panamá exigió una “condena clara” de la OEA y del Grupo de Río, que se reunirá en República Dominicana este viernes, y reiteró su llamado a las FARC a liberar a los rehenes sin condiciones.
En medio de esta disputa, en la que Ecuador afirma que desde 2004 su ejército ha destruido unos 117 campamentos de las FARC, el gobierno ecuatoriano consideró absurdo que Estados Unidos dé crédito a la denuncia de Colombia de implicar a Quito en lazos con la citada guerrilla cuando Washington debería actuar “con equidad” en esta crisis.
En Caracas, el presidente venezolano Hugo Chávez recibió a su colega argentina Cristina Fernández, y ambos pidieron acciones a la OEA para que no se repitan incursiones como la ocurrida contra la soberanía e integridad de Ecuador. Además, abogaron por la liberación de los cautivos en poder de las FARC.
Chávez negó haber hecho una llamada a Reyes, que habría permitido su localización para aniquilarlo, y calificó de “risible” la pretensión de Bogotá de acusarlo de apoyo a “genocidas” ante la Corte Penal Internacional. Dijo que le hubiera gustado tener comunicación directa con la guerrilla, pero no era el caso.