■ Persiste la posibilidad de que el crecimiento sea de 2.8 por ciento o menos, advierten
Sólo “ayudas”, los recursos oficiales para enfrentar efectos de la crisis de EU: IP
A pesar de los recursos que por 300 mil millones de pesos (270 mil millones para infraestructura y 30 mil millones en incentivos fiscales) planea disponer en gobierno federal para atenuar los efectos que pueda tener la crisis económica de Estados Unidos sobre México, persiste el riesgo de que el producto interno bruto sólo crezca 2.8 por ciento, o únicamente a un ritmo de 2.4, advirtió la iniciativa privada.
El presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Armando Paredes Arroyo, y el director del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), Héctor Rangel Domene, señalaron por separado que los recursos dispuestos por el gobierno federal son sólo “ayudas”, no para fomentar la economía, sino para no resentir tanto la desaceleración en Estados Unidos.
Rangel Domene afirmó que el gobierno federal todavía tiene posibilidades de otorgar mayores descuentos o incentivos fiscales para fomentar la inversión.
Luego de una reunión entre los dirigentes de los organismos cúpula del sector privado, donde se analizó la situación económica del país, Paredes Arroyo dijo que hasta finales de este mes o la primera mitad de abril, cuando se conozcan los indicadores económicos en Estados Unidos, podrá saberse con exactitud la tendencia de la crisis económica, si será desaceleración o recesión. “La situación todavía está confusa”, comentó.
Sin embargo, de acuerdo con el presidente del CCE, en caso de que la crisis únicamente sea una desaceleración, México difícilmente rebasará un crecimiento de 2.8 por ciento. Por el contrario, si es recesión, el avance económico nacional no rebasaría 2.4 puntos porcentuales, y la creación de empleos estaría por debajo de las 400 mil plazas.
Hasta ahora, indicó, sólo en la frontera norte, en el sector exportador y en el consumo, comienzan a notarse los primeros signos del impacto de la crisis económica estadunidense.
Para el líder del CCE, de agravarse la situación, cosa que se determinará con base en los resultados económicos a partir de abril, las empresas del país verían afectada su producción y, por tanto, eso impactaría la planta laboral, aunque habría que esperar primero un ajuste en los tiempos de las jornadas de trabajo.
Rangel Domene dijo que hasta ahora, en México sólo se ha resentido cierta desaceleración en el crédito al consumo, aunque consideró que eso es natural por el alto crecimiento de ese concepto durante 2007. “Hay que esperar un poco más, hasta que no tengamos las cifras oficiales del primer trimestre nos daremos cuenta ya con mayor certidumbre” de la evolución de la crisis económica.