Usted está aquí: viernes 7 de marzo de 2008 Política Pemex no requiere de reforma legal ni constitucional, afirma Francisco Rojas

■ El gobierno pretende desmembrar la empresa modificando leyes secundarias, sostiene

Pemex no requiere de reforma legal ni constitucional, afirma Francisco Rojas

■ Las restricciones financieras obedecen a un plan de privatización, asegura en foro del PRI

■ Es posible la modernización y abatir la importación de derivados sin compartir beneficios

Enrique Méndez y Roberto Garduño

Ampliar la imagen Francisco Rojas durante su participación en el foro sobre energía organizado por el Partido Revolucionario Institucional Francisco Rojas durante su participación en el foro sobre energía organizado por el Partido Revolucionario Institucional Foto: José Antonio López

Francisco Rojas Gutiérrez, director de Petróleos Mexicanos (Pemex) en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, afirmó ayer en la Cámara de Diputados que no se requiere de una reforma constitucional ni legal para modernizar a la paraestatal y recuperar el nivel de extracción de petróleo perdido durante los 20 años recientes.

En un foro convocado por la diputación del PRI, Rojas Gutiérrez –presidente de la Fundación Colosio del PRI– dijo que si bien las declaraciones de que la empresa no se privatizará y que no se busca una reforma constitucional podrían “calmar las conciencias de algunos, ocultan la verdadera intención, que es desmembrar a Pemex, lenta pero firmemente, mediante modificaciones a las leyes secundarias”.

Esa postura contrastó con el discurso que pronunció antes el coordinador priísta en San Lázaro, Emilio Gamboa Patrón, quien manifestó que “el PRI no estará en la mesa de discusión de la privatización de este sector fundamental para el desarrollo del país”.

Rojas aseguró que puede modernizarse Pemex, sostener la plataforma de producción y abatir la importación de derivados sin fragmentar la paraestatal ni ceder mercados o compartir beneficios.

“Los recursos existen, la tecnología está disponible y nuestros técnicos podrán con el desafío. Hay que darle una oportunidad a Pemex y a los petroleros de salir adelante. No podemos declararnos fracasados”, expuso.

Cuestionó que el deterioro económico de Pemex y las restricciones financieras a las que es sometida la empresa obedecen “a un plan de privatización que se ha venido cumpliendo lenta, pero firmemente”, y que quiere completarse con la extensión de los contratos de servicios múltiples para la explotación de crudo en aguas profundas.

Como parte del amplio análisis que presentó, Rojas Gutiérrez consideró inviables las asociaciones con otras empresas para la explotación de mantos en aguas profundas, no sólo por el riesgo financiero que implican, sino porque, por ejemplo, en el área conocida como Largo Perdido, en el Golfo de México, se enfrentarían tirantes de agua muy grandes, estructuras geológicas difíciles, requerimientos de estudios sismológicos en tercera dimensión, necesidad de sistemas flotantes de producción, caros y escasos, y el paso de los huracanes.

“Comprometer una plataforma de producción con base en recursos prospectivos de corto plazo, como se planea, es de muy alto riesgo por la complejidad geológica y tecnológica, por requerir de grandes recursos de inversión y muy largos periodos de maduración”, argumentó.

En cambio, dijo, la estrategia de producción debe basarse en intensificar las inversiones en campos ya conocidos con reservas probadas, probables y posibles, así como la realización de trabajos en esos proyectos de manera simultánea.

Evaluó que en un periodo de siete años Pemex podría incrementar sus inversiones en exploración terrestre en el litoral del Golfo de México y en las aguas someras, hasta de 300 metros de profundidad, donde se cuenta con más de 300 localizaciones exploratorias, de las cuales 200 están en aguas someras y el resto en tierra.

Refirió que existen campos descubiertos no desarrollados y en formaciones subsalinas y terciarias que muestran evidencias de ser productoras de gas; que se cuenta con más de 4 mil millones de barriles de reservas probadas no desarrolladas en la sonda de Campeche y Tabasco, que sólo requieren de la perforación de los pozos y acondicionamiento de otros existentes.

Además, señaló, existen 15 mil millones de barriles de petróleo crudo equivalente de reservas probables, así como 14 mil millones de reservas posibles.

“Como se observa, existen posibilidades para mantener la producción de crudo para el abasto interno y una razonable plataforma de exportación que, dados los pronósticos de distribución, tendría una creciente participación de crudo ligero de mayor valor. Se puede mantener la plataforma de producción sin necesidad de alianzas estratégicas que comprometan las reservas”, expresó.

 
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