Número 140 | Jueves 6 de marzo de 2008 Director fundador: CARLOS PAYAN VELVER Directora general: CARMEN LIRA SAADE Director: Alejandro Brito Lemus |
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Las palabras pronunciadas por Carlos Abascal
Carranza, ex secretario de Gobernación, en el
Congreso Internacional de la Familia erraron
en el blanco. Si nos atenemos a su diagnóstico
sobre el debilitamiento de la familia como institución
“natural” debido a una “ética relativista”
derivada de las fuerzas del mercado que buscan
“apoderarse de las personas y de las familias”
para crear una cultura de consumo y materialismo
en la que la posesión de objetos es la “clave
de la felicidad”, debía entonces ser consecuente
y responsabilizar de tal derrumbe de la familia
a los gobiernos panistas —de los que él ha sido
miembro destacado—, entusiastas impulsores
de la apertura indiscriminada de nuestros mercados,
promotores de la liberalización a ultranza
de todo lo que se oponga a las fuerzas del libre
mercado. Pero en lugar de profundizar su reflexión sobre el impacto de la fuerza arrolladora del mercado en los valores tradicionales y los lazos familiares, Abascal se desvió convenientemente de esa dirección y responsabilizó a las visiones “neosocialistas” de la alteración del “orden de la familia”, con sus propuestas de sociedades de convivencia, de legalización del aborto y de promoción del condón. Sin embargo, su propio diagnóstico sugiere que son las visiones neoliberales las que están socavando a la familia “natural”. Basta pensar en el fenómeno masivo de la migración, y de la desintegración de cientos de miles de familias, provocado, entre otras razones, por la competencia desigual entre pequeños productores agrícolas y las grandes industrias transnacionales. En vez de perseguir fantasmas que supuestamente amenazan a la familia, al señor Abascal debía preocuparle la manera de ayudar a esas familias dejadas en el desamparo por las políticas neoliberales. Y una de ellas es, sin duda, la distribución de condones a los miembros migrantes de esas familias. |