Asambleístas difieren sobre las cifras y los conceptos

Raúl Llanos y Gabriela Romero

Las opiniones de los coordinadores y diputados que encabezan las fracciones que integran la Asamblea Legislativa difirieron no sólo en el monto que se aporta, directa e indirectamente, para que los 66 legisladores puedan cumplir cabalmente con la responsabilidad que tienen asignada por ley, sino en los conceptos que en general reciben o cuáles exigen comprobación fiscal.

Coincidieron en rechazar que haya manejos irregulares de recursos, en que las partidas que tienen presupuestadas para su labor son suficientes, y en que hace falta una medición para determinar si esa inversión corresponde con los resultados que están obteniendo y los beneficios logrados hacia la ciudadanía.

Acerca de los 548 mil pesos que se asigna para la labor en general de los diputados, Jorge Schiaffino, coordinador del PRI, dijo: “nunca he visto junta esa cantidad, pues no se nos entrega directamente”.

Sí reconoció que en mano propia los legisladores de su fracción reciben “60 mil pesos” de dieta, y “me parece que 45 o 50 mil” por apoyo parlamentario.

Agustín Guerrero, del PRD, precisó que de los 125 mil pesos que se destinan por diputado a grupos parlamentarios, en el caso de su fracción sólo reciben 56 mil, ya que el resto se queda en el grupo para el pago de los desplegados y reuniones que hacen, entre otros.

Dijo que lo que les entregan directamente son la dieta, “y los 75 mil del programa de Ciudad de Leyes; el resto de apoyos se maneja a través de la Tesorería, que es la responsable de pagar a los asesores, al secretario técnico de las comisiones, en el caso de los módulos al pago de renta y el personal que ahí labora”.

Jorge Carlos Díaz Cuervo, de la Coalición Socialdemócrata, detalló que “no todo ese dinero (548 mil) se recibe líquido en los diputados”, sólo 56 mil por dieta, 50 mil para actividades políticas y 75 mil por Ciudad de Leyes.

Para Miguel Hernández Labastida, en su bancada, la del Partido Acción Nacional, todo se concentra a través de sus instancias administrativas y nada se entrega, más allá de la dieta, a los legisladores