■ Los miembros de la Voz de los Llanos se suman a la ola de protestas en varias cárceles
Inician huelga de hambre 9 presos del Cereso 5, en los Altos, Chiapas
San Cristóbal de las Casas, Chis., 5 de marzo. Miembros de la Voz de Los Llanos, organización de presos políticos del Cereso 5, en los Altos, se instalaron en huelga de hambre este martes en el área de visitas del penal. Desde temprano llegó Alejandro Galicia Morales, director de la cárcel, junto con su alcaide, Sergio Alfaro Vicente. Según reportan los indígenas, “el director dijo que estamos en nuestro derecho siempre y cuando (sea) conforme el reglamento, y pidiendo los nombres de cada uno de nosotros en resistencia de huelga de hambre”.
Respecto de sus cuatro compañeros que los apoyan “para pasar agua y otras cosas necesarias”, el director declaró que no era necesario recabar sus nombres: “No vaya a ser que (los) involucren en un traslado y ellos no tienen nada que ver”, dijo.
Además, Galicia Morales impidió a los indígenas colocar mantas alusivas a su protesta y los obligó a trasladarse al área conyugal, aunque ellos manifestaron que no quieren ocultar su acción, sino hacerla visible. Los presos piden a los medios de comunicación, los organismos de derechos humanos y los colectivos adherentes de la Sexta declaración de la Selva Lacandona que su lucha “se vea a la luz pública”.
Participan en la protesta 13 miembros de La Voz de los Llanos, nueve de los cuales se sumaron a la huelga de hambre iniciada el 12 de febrero en el principal penal de Chiapas, El Amate, de Cintalapa, por Zacario Hernández, quien cumple 24 días. Once miembros de la Voz del Amate y uno de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos, a su vez se encuentran en ayuno total desde el 25 de febrero. Algunos purgan largas condenas. Todos exigen su libertad inmediata y aseguran estar presos injustamente.
Según el Centro de Medios Independientes (CMI) de Chiapas, en los penales de la entidad “hay alrededor de 100 personas privadas de su libertad por razones políticas”. Recuerda que en enero de 2006 los reclusos indígenas del Cereso 14, El Amate, “se organizaron en un plantón permanente para exigir su libertad”. La mayoría pertenecen a la Voz del Amate.
Ante la falta de respuesta de las autoridades, añade el CMI, los presos tzeltales y tzotziles han recurrido a la protesta extrema “como última acción para reclamar los derechos que el gobierno del estado ha violado desde el momento de su injusta detención”. Tomaron la determinación cuando el presidente de la magistratura superior “anuló una cita concretada en el Palacio de Gobierno de Tuxtla Gutiérrez para resolver sus casos”.