■ El objetivo era dañar el funcionamiento de la institución, afirma el procurador
El cártel de Sinaloa, atrás del fallido atentado contra la SSP-DF
■ Las autoridades dan a conocer el retrato hablado de El Patrón, quien planeó el bombazo
■ Rechaza Ebrard que el director de la policía sectorial brinde protección a narcotraficantes
El móvil del atentado contra el director general de la policía sectorial de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSP-DF), Julio César Sánchez Amaya, era afectar el funcionamiento institucional de la corporación, a cargo de Joel Ortega Cuevas, y atrás de los hechos se encuentra el cártel de Sinaloa.
Las autoridades del gobierno capitalino dieron a conocer el retrato hablado de un hombre apodado El Patrón –elaborado a partir de las testimoniales de Monserrat González Gallego, La Monse–, quien de acuerdo con las indagatorias contrató a los narcomenudistas del barrio de Tepito para que llevaran a cabo la agresión.
Respecto de las versiones –presuntamente filtradas por la Procuraduría General de la República (PGR)– que pretenden involucrar a Sánchez Amaya, cuyo indicativo es Pegaso, con la venta de protección a las organizaciones dedicadas al tráfico de drogas, el jefe de Gobierno del Distrito Federal (GDF), Marcelo Ebrard Casaubon, lamentó que se publiquen mentiras, “y más contra funcionarios que están cumpliendo su deber”.
En tanto, el procurador capitalino, Rodolfo Félix Cárdenas, aseguró que en las declaraciones recabadas por el Ministerio Público no hay ningún señalamiento en ese sentido.
En la mañana, durante una gira de trabajo por la delegación Gustavo A. Madero, Ebrard Casaubon negó que en alguna declaración de las personas que la Procuraduría General de Justicia capitalina (PGJDF) mantiene arraigadas por su presunta participación en el atentado fallido existan señalamientos contra autoridades locales.
Sin embargo, calificó de “hecho natural” que se pretenda desprestigiar a la policía del Distrito Federal por las acciones en que ha logrado el decomiso de cargamentos de armas.
Es la “clásica circunstancia en la que de pronto quien resulta amenazado se le quiere poner en tela de juicio sin ningún fundamento y eso no lo vamos a permitir”, apuntó el ejecutivo local, al tiempo que retó a que se exhiban las declaraciones, sean de la PGR o de cualquier otra instancia, en que se incrimina a funcionarios de la SSP-DF.
Horas más tarde, el procurador Félix Cárdenas expresó que el móvil del atentado “era afectar al servidor público por la efectividad en sus actividades y, con ello, atentar contra el funcionamiento institucional de la dependencia”.
En conferencia de prensa, dijo que El Patrón, de Mazatlán, Sinaloa, mantenía vínculos con Óscar Santoyo, El Mosco, actualmente prófugo de la justicia, y con Daniel Ramírez Ávila, El Nazi.
Con base en las declaraciones ministeriales de La Monse, El Patrón realizaba acciones de compraventa de armas con El Nazi y El Mosco, y en hoteles del rumbo de Tlalpan concretaba las transacciones.
A dicha declaración se suma lo señalado por Tania Vázquez Muñoz, quien dijo ante las autoridades que a principios de enero acompañó a El Nazi a un hotel de dicha avenida para “dejarle unas cajas de vino a El Patrón”.
Es importante recordar que durante el último decomiso de armas, el pasado 13 de febrero, varios de los sujetos aprehendidos fueron ubicados en un hotel de dicha avenida.
Félix Cárdenas indicó que entre el 12 y 14 de febrero “una persona” que aún no ha sido identificada se trasladó de Sinaloa a la ciudad de México para elaborar el artefacto explosivo, el cual fue armado en la casa de un sujeto apodado El Gun.
Por su parte, Joel Ortega reveló que los elementos que participaron en los decomisos de armas han sido amenazados y, en algunos casos, recibieron ofrecimientos de dinero, hasta de un millón de pesos, al momento de la detención, pero aun así “no se arredraron e hicieron honor a su función de policías”.
Manifestó que la “policía está en guardia” ante las contingencias que se puedan presentar por la operación de grupos delictivos.