■ Bogotá ofrece de nuevo disculpas a Quito; reitera acusaciones de nexos con las FARC
Solicita Ecuador en la OEA investigar la violación de su soberanía por Colombia
■ Amenaza para la región, el gobierno de Uribe: Nicaragua; Brasil exhorta a buscar una salida pacífica
Ampliar la imagen Un oficial de la policía ecuatoriana cuida en un hospital de Quito a las colombianas Diana González (izquierda) y Martha Pérez, heridas el pasado sábado durante el bombardeo del ejército de Colombia contra las FARC. En ese mismo nosocomio está internada la mexicana Lucía Andrea Morett Foto: Reuters
Washington, 4 de marzo. Ecuador solicitó este martes al Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) designar una comisión de verificación que investigue in situ la violación de su soberanía por parte de Colombia, durante una reunión extraordinaria del organismo para analizar el conflicto desatado tras la incursión de tropas colombianas en territorio ecuatoriano en un operativo en que fue abatido el comandante guerrillero Raúl Reyes.
María Isabel Salvador Crespo, canciller ecuatoriana, demandó que el Consejo Permanente se pronuncie ante la agresión bélica del sábado pasado del ejército colombiano y convoque a una reunión de consulta de cancilleres.
Salvador Crespo destacó que las graves acusaciones del régimen del presidente colombiano Álvaro Uribe de vínculos entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el gobierno de Ecuador “constituyen un acto inamistoso y un intento de desviar la atención de un hecho que constituye la violación de la soberanía ecuatoriana”.
El embajador de Colombia, Camilo Ospina, ofreció disculpas a Ecuador, pero reiteró las acusaciones de nexos de ese país y Venezuela con las FARC, e insistió en que denunciará al presidente venezolano, Hugo Chávez, ante la Corte Penal Internacional (CPI) por financiar al grupo guerrillero.
Ospina insistió en que documentos incautados a las FARC demuestran que Caracas aportó 300 millones de dólares a la organización, calificada por Estados Unidos de “terrorista”, y justificó la intervención militar en territorio ecuatoriano con el argumento de que fue contra “terrorismo” y la “mafia de narcotraficantes”.
También apoyó la realización de una reunión de cancilleres para tratar la crisis, que debería convocarse ante del 11 de marzo.
El embajador de Venezuela, Jorge Valero, acusó a Colombia de perpetrar una acción “guerrerista” y “genocida”, y afirmó que 22 rebeldes colombianos fueron “abatidos” con tecnología estadunidense en la acción aérea.
Colombia optó por la “guerra” y la “violencia” con la excusa de combatir el terrorismo, dijo Valero, y que Estados Unidos busca convertir a Colombia en el centro del guerrerismo continental.
También negó las acusaciones de Bogotá de que Chávez habría financiado a las FARC. Se trata de “pirotecnia diplomática distraccionista”, apuntó.
En Brasil, el presidente Luiz Inacio Lula da Silva aseguró que Colombia violó la soberanía territorial de Ecuador, y expresó su preocupación ante la amenaza a la paz en Sudamérica al exhortar a los países involucrados a buscar una salida pacífica a la crisis.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner, en tanto, convocó a América Latina a comprometerse con la paz y con la liberación de la ex candidata presidencial colombiana Ingrid Betancourt, secuestrada por las FARC hace más de seis años, mientras Uruguay instó a un diálogo y abstenerse de agravar al situación.
De su lado, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, dijo que el gobierno de Colombia es una “amenaza” para la región.
En la Cumbre de Río, que hoy comenzó reuniones preparatorias y que el viernes reunirá en República Dominicana a 12 jefes de Estado y de gobierno de América Latina y del Caribe, entre ellos a Chávez, Rafael Correa y Álvaro Uribe, se espera que se aborde el conflicto entre Quito y Bogotá.
Por su parte, el presidente de Bolivia, Evo Morales, manifestó su temor de que la crisis afecte el proceso de integración, de cara a la constitución de la Unión Sudamericana de Naciones, que celebrará su tercera cumbre el 28 y 29 de marzo en Cartagena de Indias, Colombia, porque ni Ecuador ni Venezuela quieren participar en la reunión, indicó la corresponsalía de La Jornada en La Paz.
En Ginebra, en la conferencia de desarme de la Organización de Naciones Unidas, el vicepresidente de Colombia, Francisco Santos, aseguró que las FARC planeaban fabricar una “bomba sucia” con material radiactivo, lo que representa una seria amenaza para América Latina.