■ Colombia sabía que Reyes estaba en Ecuador; atacó porque quería “un trofeo” de guerra, dice
No permitiremos que “un iluminado nos invada y bombardee”, advierte Correa
■ El problema es bilateral, pero terceros países quieren calentar el ambiente, critica Alan García
Ampliar la imagen Saludo entre los presidentes de Perú, Alan García, y de Ecuador, Rafael Correa, ayer en Lima Foto: Ap
Ampliar la imagen El ejército ecuatoriano mostró ayer armas y uniformes decomisados a miembros de la guerrilla colombiana de las FARC Foto: Ap
Lima, 4 de marzo. El presidente de Ecuador, Rafael Correa, afirmó hoy que “no permitiremos que un iluminado invada y bombardee nuestra nación”, al acusar a su par colombiano, Álvaro Uribe, de “traición”, tras el ataque del sábado en territorio ecuatoriano en que murió el comandante rebelde Raúl Reyes.
Aseveró, al comenzar en Perú una gira internacional por varios países de América Latina, que no escatimará esfuerzos entre la comunidad internacional para que condene la acción militar de Colombia, señalando que se trató de un ultraje a la soberanía nacional que no puede quedar impune y espera que la Organización de Estados Americanos (OEA) actúe en consecuencia.
Desde un principio quedaron de manifiesto las discrepancias entre Correa y su homólogo peruano, Alan García, luego que su anfitrión definió el incidente como un problema bilateral colombo-ecuatoriano, y en alusión a Venezuela criticó que “terceros países” quieran supuestamente calentar aún más el ambiente político.
Pero Correa refutó ese argumento al asentar que “se pisoteó” el derecho internacional y que este es un problema regional porque si queda en la impunidad “toda la región estará en peligro, pues más tarde la víctima puede ser Perú, Brasil, Venezuela, Bolivia, puede ser cualquiera de nuestros países”.
Tras señalar que Uribe debe reconocer que cometió “un atentado a la soberanía” de su país y debe excusarse, insistió en que “este no es un problema sólo de Colombia y Ecuador, porque si no se sienta un precedente de que por ahí un iluminado o enviado divino cree que hay terroristas en otros países, y se cree con el derecho de invadirlos y bombardearlos. Imagínese, en qué quedaría la región”.
Correa añadió que una vez que Bogotá se excuse se podrá hablar de sus “patrañas”, según las cuales Ecuador tiene nexos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Va a ser muy difícil dialogar con alguien como Uribe que “miente descaradamente”, resaltó.
Destacó que Bogotá sabía de la presencia de Reyes en su territorio, pero en vez de avisarles lanzó el ataque porque quería un “trofeo de guerra”, sin importar agredir a un país hermano, quizá buscando su tercera relección y porque no quiere la paz sino la guerra.
Por la noche Correa llegó a Brasil para reunirse con su homólogo Luiz Inacio Lula da Silva, en el segundo tramo de la gira que lo llevará a Venezuela, Panamá, Nicaragua y República Dominicana, e hizo un llamado a los países latinoamericanos a “cerrar filas” frente al “precedente nefasto” que intenta “imponer” Colombia. Además, calificó a Uribe de comandar un “gobierno canalla” que miente.
Lula, cuyo gobierno ya condenó el ataque colombiano a Ecuador, dijo que “el hecho concreto es que Colombia violó la soberanía territorial de Ecuador” y que incluso lo admitió Uribe, y se declaró convencido de que se puedr hallar una salida pacífica porque todos los presidentes de la región tienen conciencia de que la tranquilidad es necesaria para el crecimiento y la paz es lo más importante.
A su vez, Correa dijo que si Estados Unidos defiende a Colombia por ser su aliado y no por otros principios como el derecho internacional, demuestra que sus relaciones se rigen por quien es su “títere incondicional”, luego que el presidente George W. Bush le ratificó su apoyo.
En Quito, el ministro ecuatoriano de Seguridad Interna y Externa, Gustavo Larrea, justificó ante la Asamblea Constituyente la reunión que mantuvo en enero con el comandante rebelde Raúl Reyes en búsqueda de un acuerdo humanitario para los rehenes.
Mientras Ecuador sigue concentrando tropas en la frontera con Colombia a raíz de la crisis, Larrea concluyó diciendo que Ecuador carece de evidencias de que las tropas estadunidenses en la base antidrogas de Manta hayan apoyado el ataque colombiano.
En contraposición, Colombia pidió al presidente Rafael Correa asumir “su responsabilidad” por albergar en su territorio a la guerrilla de las FARC, así como Uribe asumió ya su responsabilidad en la operación militar.