■ No fue avalado por diputados de la Comisión de Gobernación
Aprueba PRIAN inexistente dictamen para que el Presidente reciba presea
En un inédito debate que se dio desde las curules y no en tribuna, la mayoría de PRI y PAN aprobó un inexistente dictamen para autorizar al presidente Felipe Calderón aceptar y utilizar la medalla de la Orden Nacional Doctor José Matías Delgado, en grado de Gran Cruz Placa de Oro, que le concedió el gobierno de El Salvador.
El documento votado consta de dos párrafos, no contiene exposición de motivos y fue dado en “la sala de comisiones” de la Cámara, que no existe, y no se aprobó en la Comisión de Gobernación, sino que sólo se recabaron las firmas de 15 integrantes de esa instancia, incluida la del perredista Francisco Santos Arreola, quien ayer confesó haber suscrito el texto sin saber de qué se trataba.
A lo largo de una agitada discusión, el presidente de la comisión, Diódoro Carrasco Altamirano, admitió que el supuesto dictamen sí contenía vicios de origen, y para avalar el trámite parlamentario la presidenta de la mesa directiva, Ruth Zavaleta, afirmó: “todas las corcholatas se han votado de esta manera”.
Sin embargo, tras su yerro declarativo, pidió desde su lugar que el pleno votara solicitar a la Dirección de Crónica Parlamentaria que se eliminara la expresión corcholata, como se denomina en la jerga legislativa a los permisos para utilizar medallas, condecoraciones y autorización a ciudadanos para trabajar para gobiernos extranjeros.
El desliz de Zavaleta fue corregido, desde sus curules, por sus compañeros Javier González Garza, coordinador de la bancada del PRD, y Alfonso Suárez del Real. “No estamos discutiendo corcholatas”, señaló González Garza. “pero el fondo es que si tenemos algo que va en contra de la reglamentación, el pleno no lo puede subsanar”.
Ante la preocupación de los panistas porque el tiempo transcurría y Calderón ya viajaba hacia El Salvador, Suárez del Real sugirió a la presidenta de la mesa directiva referirse con respeto a las condecoraciones de gobiernos extranjeros. “No los denigremos, pero esta legislatura está a punto de abonar a un procedimiento fast track que lastima esa decisión de gobiernos de otros países”, expresó.
Así que en las intervenciones de Zavaleta, Crónica Parlamentaria sustituyó la palabra “corcholata” por “condecoración”, pero la dejó en la intervención de González Garza y así se pretendió corregir el dislate.
El debate consumió casi la mitad de la sesión ordinaria, después de que el jueves pasado, ante la imposibilidad de que se aprobara el “dictamen”, el presidente en turno de la mesa directiva, el panista Cristian Castaño, “canceló” la sesión de ese día.
Diódoro Carrasco arguyó que como las condecoraciones no son más que “trámites protocolarios” y, por tanto, no se requiere que la Comisión de Gobernación vote un dictamen, la perredista Valentina Batres solicitó a Ruth Zavaleta no admitir a trámite el documento y que se devolviera, a partir de una moción suspensiva que presentó el jueves.
“Yo no tengo facultades para regresar el dictamen, puesto que hablamos de un vicio de procedimiento”, atajó Zavaleta. En respuesta, desde su curul, el perredista Cuauhtémoc Sandoval resaltó que el pleno no podía “aceptar darle trámite a un vicio de origen”, y agregó: “Es inaceptable que el diputado Diódoro, nada más por sus pistolas, no convocara a la comisión, y entonces hay un vicio que usted no puede avalar”.
Molesta, Zavaleta reviró: “Para eso está el pleno, para subsanar los vicios de procedimiento”. Al otro lado del salón, el panista Juan José Rodríguez Prats afirmó que negar a Calderón el permiso para aceptar y usar la medalla rompería con el protocolo y el ritual del gobierno de El Salvador, que concede la Orden Nacional a los mandatarios que visitan por primera vez ese país. “Sería una gran ofensa, una gran lástima, ¡una gran herida!”, exclamó.
A pesar de todos los argumentos, la mayoría priísta y panista aprobó el “dictamen” por 285 votos en favor, nueve en contra y cinco abstenciones. Los diputados del Frente Amplio Progresista optaron por no votar.