La feria del palacio de minería
■ Presentaron los primeros cinco títulos de la colección que reúne esa faceta del escritor
Sergio Pitol ha compuesto un “laberinto prodigioso” con sus bellas traducciones
■ El narrador describió su larga trayectoria en ese quehacer y recibió el aplauso de los asistentes
Ampliar la imagen Sergio Pitol, Premio Cervantes 2005, ayer, durante su participación en el contexto de la versión 29 del encuentro editorial que se desarrolla en el Palacio de Minería Foto: Carlos Ramos Mamahua
La Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería se vistió de prestigio con la presencia del reconocido escritor Sergio Pitol, quien un tanto mejor de salud viajó desde Jalapa a la ciudad de México para participar en la fiesta editorial, pero en su faceta de traductor, también de larga trayectoria.
Reditados por la Universidad Veracruzana, ayer se presentaron los primeros cinco títulos de la Colección Sergio Pitol Traductor: La vuelta de tuerca, de Henry James; El ajuste de cuentas, de Tibor Déry; El buen soldado, de Ford Madox Ford; Diario de un loco, de Lu Hsun, y Emma, de Jane Austen.
Pitol, quien compartió una breve intervención en el Salón de la Academia de Ingeniería, trajo al español, por primera vez, casi una cuarentena de obras literarias fundamentales de idiomas como el inglés, el italiano, el ruso o el polaco.
El ganador del Premio Cervantes 2005 y autor de obras de narrativa y ensayo como El desfile del amor, Domar a la divina garza y El arte de la fuga, dijo:
“Desde que me fui a Europa, en los años 60, me puse a traducir porque no tenía otro trabajo. He traducido más de 30 libros, o cerca de 40. Y tuve la suerte de que podía llamar a los editores de México, Argentina o España y les proponía libros que me gustaban y que estaba yo leyendo. Solamente dos o tres me los impusieron para traducir.”
Ese encuentro con los autores que iba a traducir, agregó Pitol, lo llevó a comenzar a escribir cuentos.
“Pero cuando leí, traduje y corregí El buen soldado, una novela extraordinaria de Ford Madox Ford, me entró una fuerza y una gana de escribir novela. Cada vez que quiero trabajar una novela leo muchas cosas, pero siempre dos libros clásicos: Doctor Faustus, de Thomas Mann, y El buen soldado. Todo eso me ha ayudado.”
La breve intervención arrancó un largo aplauso entre los asistentes a la presentación, en la que antes habían intervenido Elizabeth Corral, Nidia Vincent, Rodolfo Mendoza y Omar Valdés, quien dijo que Pitol ha compuesto un “laberinto prodigioso” de traducciones.
De la mano de las lenguas
Para Omar Valdés, Pitol ha logrado “modificar el paisaje de nuestra literatura y, por tanto, el de nuestra conciencia al traducir y reimaginar” a autores tan diversos como Joseph Conrad, Vladimir Nabokov, Malcolm Lowry, Robert Graves, Anton Chéjov, Witold Gombrowikcz, Jerzy Andrzejewski y Luigi Berto.
Pitol, agregó Valdés, “ha transitado por el sendero solitario de un traductor, un hombre abriéndose camino por la senda infinita de las lenguas para erigir con ellas, a través de ellas, a pesar de ellas y por razones misteriosas, sobre todo para sí mismo, un monumento de palabras”.
Nidia Vincent dijo que con estas traducciones Pitol ha enriquecido a los hispanohablantes, porque ha hecho accesibles obras clave de la literatura universal “en un español que es un deleite de lengua viva, rica en significación, emotividad y matices”.
Rodolfo Mendoza, coordinador de esta colección de la Universidad Veracruzana, recordó que las primeras ediciones de las traducciones de Pitol, hechas para varias editoriales comerciales, son ahora “inconseguibles”, y de ahí otro valor de la selección de esa casa de estudios.
Como ejemplo mencionó la Antología de cuento polaco, publicado originalmente por Ediciones Era hace 40 años y que “no ha tenido ni tiene parangón en lengua española”.
Mendoza dijo que aparte de los cinco títulos ayer presentados se publicarán otros 15 durante éste y el próximo año. Los dos siguientes son El corazón de las tinieblas, de Conrad, y Dos cartas, de Lowry.