La feria del palacio de minería
■ Muchas personas no entran para comprar, sino sólo para asistir a las conferencias
Frente a libros caros, los jóvenes se refugian en sesiones de lectura
■ Las oleadas de familias que acudían en fin de semana no se han visto en esta versión del encuentro
■ Esperan que hoy y mañana aumente de manera significativa el número de visitantes
Ampliar la imagen Jóvenes visitantes durante una jornada en la feria internacional del libro que mañana termina en el Palacio de Minería Foto: Marco Peláez
Los 600 sellos editoriales que participan en la versión 29 de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería esperan aumentar las ventas en las horas postreras del encuentro para recuperar parte de lo invertido en la renta de módulos, debido a la escasa asistencia durante los primeros días.
Los pasillos, repletos de estudiantes que deambulaban por los módulos y las oleadas de familias que acuden en fin de semana, no se vieron este año.
A diferencia de versiones anteriores, los visitantes recorrieron con tranquilidad ese edificio del siglo XVIII para conocer las novedades bibliográficas, aprovechar promociones y participar en lecturas de poesía y presentaciones de libros.
Los expositores, quienes prefirieron omitir informar sobre el número de ejemplares adquiridos por el público, expresaron que el cierre del encuentro, que en esta ocasión se ha denominado, la Feria de la Poesía, coincide con el pago de quincena, por lo que esperan será fuerte, y anhelan, sobre todo las editoriales independientes, recuperar parte del costo de los módulos, que fluctúa entre 394 y 450 dólares el metro cuadrado.
Tesoros bibliográficos en bolsas
A la fiesta de la lectura acudieron estudiantes que sólo estuvieron en las presentaciones de libros, ante la imposibilidad de comprar alguno; otros se dedicaron a buscar ofertas y promociones de las editoriales para regresar a casa con un ejemplar de su autor favorito. También visitaron el recinto universitario profesionales y ávidos lectores, los cuales cargaban sus tesoros bibliográficos en bolsas.
El director de la feria de Minería, Fernando Macotela, señaló que en esta versión “hemos visto con grato asombro la buena respuesta que las actividades de poesía han tenido entre el público asistente”, en el ciclo coordinado por David Huerta, Poesía para el milenio y al de Poetas en la periferia, dirigido por Tanya de Fonz.
Durante los primeros siete días de la feria, las actividades de lectura fueron las más concurridas, entre las que destacan la íntegra que se hizo de Pedro Páramo; los recitales de La suave patria, de Ramón López Velarde, y las dramatizadas del Taller de Teatro de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México, como la de la obra Las dos Elenas, de Carlos Fuentes.
Algunos expositores consultados por La Jornada coincidieron en señalar que la mayoría de los jóvenes son aficionados a las novelas de ficción; además, entre los visitantes predomina el buen lector que conoce de literatura y busca títulos específicos que no encuentra con facilidad.
A pesar de que el primer fin de semana comenzó lento, el público recorrió los módulos para comprar la última entrega de la escritora británica J.K. Rowling, Harry Potter y las reliquias de la muerte, que fue uno de los títulos más solicitados.
Sin embargo, las aventuras del joven aprendiz de mago no lograron que los lectores olvidaran a los consagrados, como Juan Rulfo, Octavio Paz, Gabriel García Márquez, José Emilio Pacheco y Miguel de Cervantes.
En las áreas centrales del recinto, donde se ubican los módulos de grandes editoriales, como Random House Mondadori, Alfaguara y Océano, los títulos más vendidos, además de la saga de Harry Potter, fueron Memoria de una infamia, de Lydia Cacho; No es país para viejos, de Cormac McCarthy; Soy mujer, soy invencible... ¡estoy exhausta!, de Gaby Vargas, y La mano del fuego, de Alberto Ruy Sánchez, que dejaron atrás a las obras de Manuel José Othón, Efrén Hernández y Guillermo Prieto.
Presencia de Emilio Carballido
En las tardes desoladas, los libros más solicitados en los módulos de Planeta, el Fondo de Cultura Económica y Anagrama fueron Maridos, de Ángeles Mastretta; De abuelitos, abuelitas y otros ángeles benditos, de Armando Fuentes Aguirre, Catón; El cenote de los sacrificios: tesoros mayas extraídos del cenote sagrado de Chichén Itzá, de Clemency Chase Coggins y Orrin C. Shane, así como los de Emilio Carballido, recientemente fallecido.
En el módulo de La Jornada, las personas buscaban obras sobre temas políticos, como el zapatismo, la globalización y la democracia, al igual que el dvd Fraude México 2006, de Luis Mandoki.
Otros títulos destacados fueron Contar cuentos, de Nadine Gordimer; A ustedes les consta: antología de la crónica en México, de Carlos Monsiváis; Ella y otras mujeres, de Rubem Fonseca; Camilla: historia de vampiros, de Joseph Sheridan Le Fanu, y El mejor relato del mundo, de Rudyard Kipling.
El cierre del encuentro será mañana. Proponemos asistir hoy, a las 14 horas, a la presentación del Diccionario del náhuatl en el español de México, de José del Val, con Miguel León-Portilla y Carlos Montemayor, y luego, a las 18 horas, se rendirá homenaje a la escritora zacatecana Amparo Dávila.