■ Los gobernadores aprovechan el encuentro de la Conago para externar su malestar
Reclaman a Calderón por centralización en el manejo de recursos para el campo
■ El Presidente pide “esfuerzo común” para enfrentar “aristas difíciles” del escenario económico
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Al centro, el presidente Felipe Calderón, rodeado por los mandatarios que acudieron a la reunión de la Conferencia Nacional de Gobernadores, que se efectuó en Campeche
Foto: Notimex
Campeche, Camp., 29 de febrero. En respuesta a los reclamos de los gobernadores por la centralización de los programas de apoyo al campo mediante cambios a las reglas de operación, el presidente Felipe Calderón sostuvo que las discrepancias que en este ámbito tienen los gobiernos federal y estatales deben ser resueltas por el Congreso de la Unión.
Al clausurar la reunión de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), el michoacano anunció la entrega de 3 mil millones de pesos –el próximo 3 de marzo– para distribuirlos entre los estados, fondos derivados “del ajuste cuatrimestral del ejercicio fiscal 2007” y que servirán para aliviar problemas de liquidez de algunas entidades y para apoyar los programas de desarrollo social y de infraestructura.
Poco antes, Calderón recibió un tibio respaldo de los mandatarios estatales a su Pacto Nacional por la Legalidad y la Seguridad, en voz del anfitrión, Jorge Carlos Hurtado, quien también hizo referencia explícita a la inquietud de los estados por los cambios en las reglas de operación de los programas rurales, lo cual representó la primera inconformidad fuerte expresada a Calderón por la Conago.
“Advertimos con preocupación –dijo el campechano– el retorno de prácticas con visión centralista que están revirtiendo los avances alcanzados en la operación de programas y proyectos aplicados en las entidades federativas por parte del Ejecutivo federal”.
Añadió que frente a este escenario, “nos pronunciamos en favor de un federalismo incluyente y participativo, en el cual los órdenes de gobierno logren sumar esfuerzos, no dividirlos o acotarlos, en repuesta a las distintas problemáticas que nos aquejan”.
El centro de convenciones –foro para el encuentro– fue cercado por cientos de vallas y elementos del Estado Mayor Presidencial para proteger a 25 gobernadores (hubo seis ausentes, además del jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard), al titular del Ejecutivo y a los secretarios de Gobernación, Juan Camilo Mouriño; de Hacienda, Agustín Carstens; de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa, y de Agricultura, Alberto Cárdenas.
Al iniciar su participación –una de las más breves que ha tenido en la Conago, pues sólo duró 14 minutos–, Calderón retomó de inmediato el reclamo de los gobernadores y subrayó que es mediante el diálogo, el entendimiento y la búsqueda del propósito común, del bien de los mexicanos, como se deben atender las naturales discrepancias o diferencias que pudieran surgir, precisamente, en la aplicación de las políticas públicas.
Ante los mandatarios, Calderón hizo una nueva defensa de la reforma en materia judicial aprobada por el Congreso y subrayó el alcance de las “nuevas herramientas” con que se cuenta para combatir al crimen organizado: el arraigo, la extinción del dominio de bienes producto de actos ilícitos, “que nos permitirán debilitar las estructuras económicas de la delincuencia, y el fortalecimiento y modernización de las policías para contribuir a la investigación y persecución de los delitos”.
De igual forma, les hizo ver que el contexto internacional en materia económica presenta “aristas difíciles” en el corto plazo y por eso pidió un “esfuerzo común” no sólo para enfrentar tales circunstancias, sino para detonar el desarrollo del país.
La alusión presidencial a las reglas de operación de los programas dirigidos al sector rural trató de ser una respuesta a la creciente inconformidad de los gobernadores priístas con la centralización creciente en el ejercicio de estos recursos y la marginación local que esto conlleva.
Los cuestionamientos priístas se escucharon en la reunión privada que sostuvieron los gobernadores con varios secretarios de Estado, entre ellos el de Agricultura, Alberto Cárdenas, a quien le plantearon sus preocupaciones por esta concentración de programas y de decisiones. En respuesta, el funcionario ofreció sostener un encuentro la próxima semana para abordar exclusivamente lo relacionado con las reglas de operación.
La reunión de hoy podría haber sido de las últimas bajo el formato actual, toda vez que existe, al menos entre el bloque de gobernadores priístas, la pretensión de recuperar plenamente este espacio como expresión de los estados y no, como se ha convertido, en un foro más para el Presidente de la República.
Un oficio del gobernador de Durango, Ismael Hernández, resume la propuesta para modificar este esquema de reunión y recoge, de entrada, la inquietud de que “es necesario replantear el formato, la dinámica y el propósito central de las sesiones plenarias, a fin de abordar, discutir y procesar. Esto permitiría evitar que la agenda de sesiones esté marcada –en una proporción muy alta– por intervención de funcionarios federales”.
Trascendió además que los gobernadores de los estados petroleros –todos priístas– pretenden integrar una “coordinación” para tener mayor incidencia en las definiciones de la política energética.
En principio, buscarían revertir el “trato injusto” que les da la Federación a dichas entidades. Se pretende impulsar un cambio en el esquema fiscal que implicaría “domiciliar” a Pemex en los estados donde se produce el petróleo, con el propósito de captar mayores recursos derivados de la extracción de crudo.