Ruta sonora
Lo más rifado de 2007 (español)
Fancy Free
Dagger
Ampliar la imagen Café Tacvba dejó atrás su quintaesencia folclorista Foto: La Jornada
El territorio mexicano se dejó cimbrar en 2007 por una cascada de festivales, con elencos de primera, tanto nacionales como internacionales, como no pasaba antes; antesala de lo que ocurre en 2008: los festivales de grueso calibre, uno al mes, ya no pararán (de febrero a mayo: MX Beat, Rockarga, Rock & Beer, Coca Zero Fest, Vive Latino…). Eso, sin contar con que cada semana surgen bandas nuevas, lo que genera infinidad de ofertas y conciertos, de calidad creciente. La chamaquiza busca tocar mejor, y el público, con tantos referentes globales, en vivo o por Internet, se vuelve exigente. Y a diferencia de hace 20 años, en que el rock en español era valorado sólo si venía del extranjero, ahora las orejas parecen cerrarse a lo de fuera, para concentrarse en lo hecho en casa, y así apuntalar un ascendente sentido de pertenencia y comunidad. De modo que el “rock en tu idioma” de otros lados, ya casi no ha figurado en nuestras vidas, tanto como lo ha hecho el generado en México.
Así, no sólo a nivel álbumes, en escena sobresalieron: detrás de Zoé, Porter se sigue coronando como de las mejores en vivo, por la apasionada conexión que logran con su audiencia. Le sigue Austin TV. En el desmadre, $6M Weirdo. Escandalizando, la insolencia de Joe Volume y Los Vincent Black Shadows. La calidad de Turbina, Simplifires, Los Odio, Polka Madre, Robota, Otaola… El surf & billy de Rebel Cats, Los Gatos, Fenómeno Fuzz, Cavernarios. Entre las chicas, Jessy Bulbo atasca donde se pare; Dagger le pisa los talones. Héroes no masivos, de Monterrey: Niña, Álbum y Quiero Club. Al frente de los neo-progre, de Guadalajara, Descartes a Kant. En el baile, las ocurrencias del IMS, los fabulosos Disco Ruido y Playmovil Project. Y coronándose aún como banda reina, Café Tacvba. Libro indispensable: Sonidos urbanos. No faltaron los sobrevaluados; entre otros: Le Baron (no, por favor) y Los Concorde (¡noooooo!).
Café Tacvba: Sino. Adiós quintaesencia folclorista, hola ex adolescencia sateluca: explosión supra-róquer de exquisito aterrizaje pop. En su sexto disco, los tacubos se deschongan como hace mucho no hacían; honestos y maduros, se refrendan como una de las bandas en español más trascendentes, sin dejar de renovarse.
Descartes a Kant: Paper dolls. ¿Cuántas bandas recuerdan, de México, que con gracia y originalidad hayan emulado de modo tierno y siniestro a Mr. Bungle, Dresden Dolls y Primus, con voces femeninas y arreglos cabaret-punk-jazzy-pop? Ay, güey. Sí que se la curan con sus cambios de ritmo y su ruidazo (ya nomás estaría bueno que no cantaran en inglés).
Otaola: Fractales. Toda una distorsión instrumental de la realidad; una aventura deconstructiva, con músicos tocando a ciegas, aterrizada mediante procesos como de otro mundo, fuera de toda clasificación, y puro invitado de caché: Rita Guerrero, Patricio Iglesias, Eblén Macari, Jimena Giménez Cacho, Sabo Romo, Alfonso André, Rodrigo Garibay, Sara Valenzuela, Hernán Hecht, Gerry Rosado, Yamil Rezc, José Manuel Aguilera…
Kevin Johansen: Logo. Este argentino-estadunidense no para de generar bellos álbumes. Con Andrea Echeverri, Albert Pla y Amparanoia de convidados, ahora menos cumbia-folk, y más bossanova-rock-milonga, en su cuarto plato sigue cautivando con su voz barítona y sus letras deliciosas, sarcásticas.
Jessy Bulbo: Saga Mama. A ver. ¿Qué otra roquera, entre experimentalismos sónicos y ecos cual fluidos, ha cantado aquí con ironía y ardor que prefiere el sexo sin amor, o que quiere a su macho mexicano para ser su esclava favorita? Cinismo punk, sexualidad explícita. Alucinante, divertido, intrigante.
Austin TV: Fontana Bella. Sobrecogido por la maldad del mundo, convertido en un bosque de leyendas tenebrosas, este quinteto chilango, paradigma de la independencia local reciente, crea todo un paisaje de ensueño y terror para veinteañeros angustiados.
Niña: Punkrobot. Poco ruido y muchas nueces. Como la humedad, estos regios de bajo presupuesto pero inspiración rara, depresiva y distintiva, se cuelan bajo la piel con sus melodías pop que de pronto estallan en mil pedazos dentro de uno. Su tercer disco está con madre.
Otros discos destacados: de Argentina, la “resurrección” de Andrés Calamaro y su bello La Lengua Popular; también gauchos, pero de La Plata, Él mató a un policía motorizado, y su magnífico EP, Un millón de euros. Al otro lado, el rock vigoroso de los gallegos de Triángulo de amor bizarro, con un segundo disco homónimo; de Barcelona, el maravilloso y soñador dueto de kraut-pop Astrud, y su tercer álbum, Tú no existes.
Dos buenos toquines
Viernes 29: Los Fancy Free presentan su tercer y sicodélico disco Nevergreens Vol. I. ¡Muy bueno! También: Ruido Rosa y Bye Bye Monty. Hard Rock Live. 22 horas, barra libre. $200 en taquilla; $150 al presentar su registro impreso, tras entrar a boxnuvo.com.
Sábado 30: Dagger presenta su EP debut, The Mean Machine. También: Stellar High, Damma y Degenerates. Foro Alicia (Cuauhtémoc 91-A, Roma). 21 horas, $60 ($120 con disco).