El alcalde panista de Chihuahua dona dos chihuahueños con indumentaria tarahumara
Causan indignación figuras de perros vestidos como indígenas
Exigen que se las lleven e interponen denuncia ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos
Las efigies, parte de la exposición Dog parade, son “una falta de respeto”, advierte una ONG
Ampliar la imagen Figuras de perros chihuahueños vestidos a la usanza tradicional de los tarahumaras fueron colocadas en el mirador de las Barrancas del Cobre. Según las autoridades locales, es un “homenaje” a los pueblos indígenas del estado, sus usos y costumbres Foto: Miroslava Breach Velducea
Urique, Chih., 28 de febrero. El presidente municipal de Chihuahua, el panista Carlos Borruel Vaquera, provocó la indignación de los indígenas que viven y trabajan en el mirador de las Barrancas del Cobre al donar dos figuras de perros chihuahueños vestidos a la usanza tradicional, las cuales fueron colocadas en supuesto homenaje a los pueblos indios del estado, sus usos y costumbres.
Una representa a una madre indígena con vestimenta tradicional y un cachorro a la espalda, de la misma forma en que las rarámuris (o tarahumaras) llevan a sus hijos. La otra tiene una collera y está pintada del modo en que los indígenas se decoran el cuerpo para danzar en las ceremonias religiosas de Semana Santa y actos tradicionales.
Las dos figuras de papel maché formaron parte de la exposición itinerante Chihuahua’s Dog parade, organizado por el ayuntamiento de Chihuahua, que las donó al de Urique. Habitantes de Areponápuche, Bacajípare y El Divisadero solicitaron a los gobiernos del estado y municipales retirar las esculturas e interpusieron una denuncia ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH).
Para mostrar su indignación por la “humillación” y “falta de respeto a nuestras costumbres”, el miércoles los indígenas colocaron mantas con frases de repudio en El Divisadero, donde se ubica el mirador del Cañón del Cobre, parada obligada de los trenes que recorren la ruta Chihuahua-Pacífico, llenos de turistas extranjeros.
En un escrito dirigido a las autoridades estatales, los indígenas dicen: “Queremos que las quiten de este lugar. Para nosotros es un engaño y también es una burla. Los indígenas no queremos que se burlen de nosotros, y cuando lo inaguraron no nos hablaron en nuestro dialecto.
“Omar Loya González, alcalde de Urique, estuvo en la inauguración de los perros indígenas. Él, como alcalde, nos tenía que haber dado la información completa con traductor de rarámuri. Pedimos otro tipo de estatuas, por ejemplo un rarámuri tocando el violín; también puede ser un gobernador indígena, pero no un perro vestido de rarámuri.”
La protesta del miércoles fue apoyada por decenas de turistas que visitaron el sitio y firmaron un escrito promovido por el sacerdote Javier Ávila, presidente de la organización no gubernamental Comisión de Solidaridad y Defensa de los Derechos Humanos AC, en el que manifiestan su repudio por “la falta de respeto a la dignidad de la persona, en especial del pueblo rarámuri, por la presencia vergonzosa de las dos estatuas colocadas en El Divisadero”.
La noche de este jueves trascendió que el secretario de Turismo del estado, Héctor Valles, ordenó el retiro inmediato de las polémicas estatuas; sin embargo, no se pudo confirmar la versión.
Las figuras permanecieron todo el día a la vista de cientos de turistas. Mientras unos firmaban la protesta de los indígenas, mientras otros, divertidos, se tomaban fotografías junto a los animales.