Usted está aquí: jueves 28 de febrero de 2008 Mundo Liberan las FARC a otros cuatro políticos colombianos

Los ex congresistas califican de infernal e inhumana la guerra que vive Colombia desde los 60

Liberan las FARC a otros cuatro políticos colombianos

Gloria Polanco, Jorge Eduardo Gechem, Luis Eladio Pérez y Orlando Beltrán agradecen las gestiones de Venezuela y la senadora Córdoba

Ingrid Betancourt está en peligro, advierten

Jorge Enrique Botero (Enviado)

Ampliar la imagen Luego de seis años de cautiverio la ex congresista colombiana, Gloria Polanco, recibió de una guerrillera de las FARC un ramo de flores silvestres. La política dijo que las llevaría en compañía de sus tres hijos a la tumba de su esposo, asesinado mientras permanecía secuestrada. La imagen fue proporcionada por la oficina de prensa del Palacio de Miraflores Luego de seis años de cautiverio la ex congresista colombiana, Gloria Polanco, recibió de una guerrillera de las FARC un ramo de flores silvestres. La política dijo que las llevaría en compañía de sus tres hijos a la tumba de su esposo, asesinado mientras permanecía secuestrada. La imagen fue proporcionada por la oficina de prensa del Palacio de Miraflores Foto: Ap

Caracas, 27 de febrero. Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) liberaron hoy a otros cuatro dirigentes políticos que estaban en su poder desde 2001. Los rehenes fueron entregados en un remoto paraje del suroriente colombiano a una delegación del gobierno venezolano encabezada por el ministro del Interior, Ramón Rodríguez Chacín, así como a la senadora colombiana Piedad Córdoba. La operación estuvo acompañada por la Cruz Roja Internacional y se realizó en dos helicópteros de la Fuerza Aérea venezolana.

En medio de emocionados abrazos y tras una larga travesía de casi un mes por ríos y trochas de la selva amazónica, recuperaron su libertad los ex parlamentarios Gloria Polanco, Jorge Eduardo Gechem, Luis Eladio Pérez y Orlando Beltrán

Los rehenes fueron entregados por un pequeño grupo de unos 20 guerrilleros, los mismos que se encargaron de trasladarlos desde el lugar donde permanecían en cautiverio hasta el área donde aterrizaron los helicópteros.

Las primeras palabras de Polanco, Gechem, Beltrán y Pérez, quienes exhibían un aceptable estado de salud, fueron para agradecer al presidente Hugo Chávez, al pueblo venezolano y a la senadora Piedad Córdoba. Camino a su libertad, aún en la inhóspita selva donde permanecieron entre seis y siete años, calificaron de infernal e inhumana la guerra que vive Colombia desde hace más de 40 años.

Uno de los momentos más emotivos de la liberación ocurrió cuando una guerrillera se acercó a Gloria Polanco y le entregó un ramo de flores silvestres. Al aceptarlo y agradecer a la combatiente, la ex congresista dijo que las llevará con sus tres hijos hasta la tumba de su esposo, asesinado mientras ella estaba en cautiverio.

Terminan las medidas unilaterales

En un improvisado pero solemne acto realizado antes de abordar los helicópteros rumbo a territorio venezolano, Asdrúbal, jefe de la columna guerrillera, hizo entrega oficial de los rehenes a la comisión internacional. Asdrúbal omitió referirse a eventuales nuevas liberaciones. Sin embargo, en un comunicado revelado hoy, la máxima comandancia de las FARC anunció que las liberaciones unilaterales cesarán y reiteró su exigencia de una zona desmilitarizada para negociar con el gobierno un “intercambio de prisioneros de guerra”.

La despedida de rehenes y guerrilleros no estuvo exenta de expresiones de amistad, e incluso poco antes de abordar el helicóptero la senadora Piedad Córdoba lanzó vivas a Colombia y a Venezuela, que fueron respondidas por todos los presentes.

La operación –denominada Camino a la Paz– había comenzado en la madrugada, cuando la delegación del gobierno venezolano, Piedad Córdoba y los miembros de la Cruz Roja Internacional partieron en dos aviones desde esta capital rumbo a la población de Santo Domingo, en la frontera colombo-venezolana. De ahí, los integrantes de la misión de rescate se dirigieron en helicópteros hasta la ciudad colombiana de San José del Guaviare, lugar desde el cual partieron al lugar indicado por las FARC mediante la entrega de unas coordenadas que fueron celosamente guardadas por el ministro Rodríguez Chacín hasta él último minuto.

En declaraciones a La Jornada, Piedad Córdoba describió el encuentro con los liberados como “un momento crucial hacia el logro de un acuerdo humanitario”. También dijo que experimentó una gran emoción cuando se fundió en abrazos con sus ex colegas del Congreso en la zona selvática donde fueron entregados.

Hacia las seis de la tarde se produjo en el aeropuerto Simón Bolívar de Caracas el rencuentro entre los ex congresistas y sus seres queridos. Gloria Polanco y sus tres hijos se fundieron en un prolongado abrazo. Igual ocurrió con los demás liberados, varios de los cuales vieron por primera vez a nuevos miembros de su familia, nacidos durante su cautiverio.

En medio de la algarabía y de las emociones que se fundían en la pista de la terminal aérea, el ex senador Luis Eladio Perez reveló que vio a Ingrid Betancourt el 4 de febrero pasado durante unos pocos minutos y clamó por su pronta liberación. “La vida de ella corre grave peligro, su libertad no puede tardar meses. Unas semanas, incluso unos días pueden ser fatales”, dijo Pérez.

Los estadunidenses, con el ánimo muy decaído

El dirigente político colombiano narró que estuvo los últimos seis meses con los tres ciudadanos estadunidenses, contratistas del Pentágono, en poder de la guerrilla desde hace cinco años. Alertó sobre su estado de salud y dijo que su ánimo está muy decaído desde que escucharon la noticia de que Ricardo Palmera, Simón Trinidad, jefe de las FARC juzgado en Estados Unidos, había sido condenado a 60 años de cárcel.

Los cuatro liberados se reunieron a las siete de la noche con el presidente Hugo Chávez en el Palacio de Miraflores, donde se realizó un solemne acto en el que se entonaron los himnos de Colombia y Venezuela. Allí, los cuatro coincidieron en la urgencia de una salida negociada tanto para la liberación de los rehenes que aún están en manos de las FARC, como para poner término al conflicto armado que padece Colombia desde comienzos de los años 60.

En las selvas del sur de Colombia permanecen Ingrid Betancourt, el ex gobernador Alan Jara, y los políticos Oscar Lizcano y Sigifredo López, así como 28 oficiales del ejército y la policía, varios de los cuales llevan más de 10 años en cautiverio. Las FARC condicionan su liberación a la salida de las cárceles de unos 500 de sus guerrilleros.

 
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