Juan Goytisolo presentó en Madrid los tomos IV y V de sus Obras completas
La literatura, como las fantasías sexuales, niega la corrección política
La dificultad de la obra es la cortesía del autor con el lector, dice el escritor barcelonés a La Jornada
“Nunca cambio de tema, porque este es un elemento más dentro de la narrativa”
Sigo el ejemplo de Miguel de Cervantes: vivir el máximo de experiencias humanas, señala
Ampliar la imagen “Hacer una obra de consumo inmediato, fácil, es tratar al lector con desprecio”, señala Juan Goytisolo (Barcelona, 1931), en imagen de abril de 2003, cuando el escritor viajó a la ciudad de México para presentar su libro Telón de boca Foto: José Carlo González
Madrid, 26 de febrero. Juan Goytisolo se apartó unos días de Marraquech, ciudad en la que vive desde hace décadas dedicado a la lectura y a la escritura, para presentar en Madrid los tomos IV y V de sus Obras completas, una exquisita edición del Círculo de Lectores-Galaxia Gutenberg.
Fiel a su vocación crítica, el escritor nacido en Barcelona en 1931 sentenció: “En la novela y en la poesía, como en nuestras fantasías sexuales, no cabe corrección política alguna”.
Goytisolo siempre ha sido un escritor e intelectual que ha vivido “al margen” de las tribus literarias de su natal España, donde siempre ha sido visto como rara avis, como una voz molesta e incómoda; no sólo por la severidad con la que ha juzgado a muchos de los autores “consagrados” sino también por su postura ética y estética respecto del devenir de un país que tilda de “nuevo rico”.
Goytisolo, galardonado con el Premio Juan Rulfo de Literatura, siempre tuvo una relación estrecha con México, uno de los pocos países –junto a Francia y Argentina– en los cuales pudo publicar sus primeros textos, ya que en España sufrió desde muy joven la censura de la dictadura fascista de Francisco Franco.
Sus primeros libros, como Juegos de manos y La resaca, que aparecen en el primer volumen de sus Obras completas, para Goytisolo son “obras que denotan el influjo de lecturas no asimiladas del todo y de cuyo valor literario no puedo enorgullecerme en exceso”.
Sin embargo, con el paso de los años y con una relectura de esos textos, el autor también ha comprendido que esos libros “deberían ser leídos en el contexto de un planteamiento generacional: el del propósito de testimoniar –mío y de otros escritores– el atraso y opresión vividas por la mayoría de la población hispana durante la interminable posguerra franquista”.
Relectura exhaustiva
El tomo IV de las Obras completas de Goytisolo reúne las novelas más representativas y, aquí sí, las que producen mayor satisfacción al propio autor: Las virtudes del pájaro solitario, La cuarentena, La saga de los Marx, El sitio de los sitios, Las semanas del jardín, Carajicomedia y Telón de boca.
Para su publicación “casi definitiva”, Goytisolo sometió estas novelas a una exhaustiva relectura, que derivó a su vez en la supresión de algunos fragmentos y en algunos casos añadir otros.
“Quiero insistir en una cosa: yo no cambio de temas. Es decir, ahora cualquier novelista publica una obra sobre su infancia, sobre su padre, su madre, un hermano que falleció, un viaje, incluso hay quienes que pasan una semana en Yemen y escriben una novela sobre ello.
“A mí nunca me ha interesado este tipo de cosas, pero lo que sí he perseguido es que en cada libro haya un cambio de planteamiento literario. Cada empresa novelesca es una propuesta nueva. Es decir, que no cambio de tema, puesto que el tema para mí es un elemento más dentro de una novela”, señaló el autor para explicar la diversidad de géneros y estilos que se manifiestan en estas novelas.
Sobre el epíteto que tiene de “autor difícil” o “complejo”, Goytisolo señaló: “He tenido siempre en cuenta unas observaciones literarias, como la que afirma que lo que se comprende en un abrir y cerrar de ojos no suele dejar huella. Y hay otra, que dice que si te pones a escribir una novela y conoces el punto de partida y el de llegada, entonces esto no es una aventura literaria sino un mero trayecto en autobús.
“Igualmente creo que la dificultad de la obra es la cortesía del autor con el lector. Hacer una obra de consumo inmediato, fácil, es tratar al lector con desprecio.”
Viajes al mundo islámico
El tomo V de las Obras completas de Juan Goytisolo incluye sus textos catalogados como “autobiográficos” y “viajes al mundo islámico”, en los que se incluyen Coto vedado y Los reinos de Taifa, dos obras cruciales para comprender la trayectoria humana e intelectual de uno de los escritores consagrados del panorama literario actual.
“Escribí estos libros de memorias por dos razones: porque en España el género prácticamente no existe. El único texto autobiográfico que me impresionó fue uno que traduje yo mismo del inglés, que lo escribió José María Blanco White.
“Fuera de este libro no conocía ningún otro, aunque cuando se publicó, unas semanas después recibí una carta extraordinaria de Octavio Paz señalándome que José Vasconcelos había escrito un libro que yo no conocía y que en efecto también podía ser un referente.
“Digo todo esto para decir que de haber pertenecido a otra tradición literaria –como a la francesa o a la inglesa, donde este género abunda– probablemente no hubiese escrito este libro. Por la sencilla razón de que ya hubiera existido una tradición de reflexión autocrítica.”
En cuanto a sus libros o ensayos de viajes, Goytisolo explicó que tiene un referente:
“He procurado seguir siempre el ejemplo de Cervantes de vivir el máximo de experiencias humanas a lo largo de mi vida y un conocimiento mayor de lo que podríamos llamar la biblioteca de Babel.
“Cervantes combatió en Lepanto, perdió un brazo allí, quedó manco, estuvo preso en Argel durante años, regreso a España con una vida mísera, conoció la prisión, el vivir entre las condiciones que sabemos cuando escribió la primera parte de El Quijote.
“Vivió este máximo de experiencias humanas que ningún escritor español de la época tenía, con un conocimiento de la literatura de su tiempo, a la que parodia. Puesto que no sólo parodia a las novelas de caballería, sino también a la pastoril, a los folletines y al teatro de Lope de Vega.”
Respecto de la relación entre política y literatura, Goytisolo sentenció: “Se puede ser un gran escritor sin interesarse por la política y sin defender causas justas. Así como también se puede ser un mal escritor defendiendo causas justas. La literatura es una cosa y la política es otra. Pero en la novela y en la poesía, como en nuestras fantasías sexuales, no cabe corrección política alguna”.